La familia de Abilio Calderón lucha para que no retiren su nombre de una plaza en Palencia

La decisión del equipo de gobierno municipal de recurrir la sentencia del Juzgado Contencioso sobre el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica ha sido muy bien recibida por la familia del histórico ministro monárquico Abilio Calderón Rojo, cuyo nombre figura en el listado de supuestos nombres franquistas elaborado por la plataforma política Ganemos y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y que ha sido recogido por el juez en su sentencia.

La familia de Abilio Calderón recibió con un profundo malestar el fallo del Contencioso, ya que de aplicarse literalmente supone la retirada del nombre de su antepasado de la céntrica plaza, así como del denominado Puente de Hierro, cuyo nombre real es Abilio Calderón.

«Es un atropello reducir toda la historia de nuestro abuelo a un periodo concreto de tiempo, en el que ya era muy mayor y no tuvo prácticamente ninguna relevancia pública. Si mi abuelo murió el 10 de julio de 1939 y la Guerra Civil había acabado solo dos meses antes, pero qué protagonismo iba a tener durante el franquismo», explica Pepe Calderón, uno de los nietos de Abilio Calderón Rojo, que ejerce como portavoz de la familia.

«Ha sido un disgusto muy grande para todos nosotros, porque de nuestro abuelo pueden decirse muchas cosas, pero no tiene sentido calificar de franquista a una persona que no vivió el franquismo y que precisamente lo único que ganó con la Guerra Civil fue sufrimiento, ya que a su hijo mayor le fusilaron los republicanos en Madrid en los primeros meses de la guerra», recalca Pepe Calderón, quien recuerda que la larga trayectoria profesional y política de Abilio Calderón se desarrolló fundamentalmente durante los años de la monarquía de Alfonso XIII, con el que llegó a ocupar dos ministerios en diferentes etapas de gobierno (Fomento y Trabajo), además de formar parte del Consejo de Estado y de ocupar otros cargos destacados como la dirección general de Obras Públicas o el puesto de diputado por Palencia en diferentes legislaturas, incluso durante toda la Segunda República, en donde protagonizó algunos destacados debates, como el de la defensa del nuncio del Tribunal de la Rota.

«Favoreció siempre a Palencia»

«Solo pedimos un poco de respeto a una figura histórica que hizo tanto por Palencia, que aunque estuvo en el Gobierno en Madrid nunca se olvidó de Palencia, y así se lo reprochaban sus enemigos políticos, que le acusaban de favorecer a su provincia desde los puestos de responsabilidad que tenía. Y todavía hoy nos beneficiamos de algunas de sus decisiones, como el mal llamado Puente de Hierro, que fue muy importante no solo para Palencia sino también para Villamuriel, o el agua del Canal de Castilla, porque fue él quien decidió que se destinará al consumo humano. También fue el responsable de otras grandes públicas como la canalización de Isabel II en Madrid, que suministra todavía a la capital, o los pantanos que tenemos en el norte de la provincia. Yo me pregunto, si tenemos que quitarle el nombre a la plaza, también tendremos que desmontar el puente o destruir los pantanos... Es absurdo», insiste Calderón.

La familia, que se ha puesto en contacto con un abogado para estudiar si puede actuar en los tribunales en el caso de que la decisión judicial siga adelante, pide «cordura» y «respeto al rigor histórico», ya que recuerda que los logros por los que se le concedieron las distinciones que atesora la figura de Abilio Calderón Rojo, como el nombre de la plaza, del puente, el busco que se encuentra en su plaza o el título de Hijo Predilecto de la ciudad son anteriores al franquismo.

De hecho, la plaza de Abilio Calderón lleva el nombre del histórico ministro monárquico desde el mes de agosto de 1904, treinta y dos años antes del comienzo de la Guerra Civil, y el llamado Puente de Hierro, cuyo nombre oficial es de Abilio Calderón, fue también construido entre 1908 y 1911. No así el busto, que fue colocado en la plaza a principios de los años 50, pero fue sufragado mediante una suscripción popular entre los palentinos.

Este rechazo a la placa de Abilio Calderón no es el primero que se produce a lo largo de la historia. De hecho, tras la proclamación de la Segunda República, grupos incontrolados atentaron contra las placas con el nombre del político conservador, que resultaron dañadas. Este ataque desde el ámbito de la izquierda encontró precisamente las primeras respuestas de rechazo entre los defensores del orden republicano, como el alcaide, el radical David Rodríguez, que no tardó en emitir una nota oficiosa de repulsa contra el ataque sufrido por el nombre de Abilio Calderón, que entonces era uno de sus principales rivales políticos.

David Rodríguez escribió en 1931 que se trataba de un acto reprobable y de incultura, que merecía total censura. Hoy día, este alcalde republicano dispone también de una calle con su nombre en la nueva zona residencia del Paseo de la Julia.

Sin embargo, lo que los integrantes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica no perdonan es que Abilio Calderón se posición desde los primeros momentos del alzamiento militar, en julio de 1936, de parte de los sublevados, remitiendo telegramas de felicitación a los generales Mola y Cabanellas, hecho que reprodujo la emisora Radio Castilla de Burgos.

Asimismo, el Ministerio de Gobernación de la zona nacional incluyó a Abilio Calderón en el equipo de 22 juristas de reconocido prestigio de toda España que redactaron el dictamen de ilegitimidad de los poderes de la Segunda República, que fue utilizado por el régimen franquista para legitimar el alzamiento militar contra el gobierno republicano.