Imputados tres vecinos de Villada por maltratar y ahorcar a doce perros

El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Valladolid ha imputado a cuatro personas por distintos delitos relativos a la fauna y por maltrato animal tras descubrir un cementerio de perros en una bodega abandonada de Santervás de Campos y hallar en su interior numerosos restos de canes con signos de haber sufrido maltrato y muerto por ahorcamiento.

Los agentes del Seprona localizaron inicialmente el 15 de abril los restos de tres galgos y un perro de la raza Jagd Terrier en una bodega semiderruida de las afueras de Santervás de Campos, al norte de la provincia de Valladolid. Después se encontraron con los esqueletos de otros ocho canes tirados y comprobaron que todos los animales presentaban signos evidentes de haber sido golpeados y ahorcados. Así que iniciaron una investigación que acaba de concluir con la imputación de tres vecinos de la localidad palentina de Villada y de un cuarto de Medina de Rioseco como responsables de un delito de maltrato animal.

Las necropsias realizadas a los cuatro ejemplares recuperados en primer lugar al resto fue imposible debido a su avanzado estado de descomposición, que corrieron a cargo de los veterinarios del Centro de Recuperación de Animales, confirmaron que tanto los tres galgos como el Jagd Terrier murieron fruto de un «intenso estrangulamiento intencionado compatible con haber sido colgados de una cuerda». Este último, además, «recibió antes un fuerte golpe en el cráneo», según explicaron ayer fuentes de la Guardia Civil.

La ubicación del cementerio de animales, en un pueblo de Tierra de Campos fronterizo con Palencia, llevó a los agentes del Seprona a centrar sus pesquisas en el entorno y, al final, acabaron identificando a los cuatro presuntos autores de, al menos, el ahorcamiento de los tres galgos y el Jagd Terrier presumiblemente sus propietarios. Se trata de un hombre de 32 años, A. B. B. A., afincado en Medina de Rioseco, y de tres vecinos de Villada, L. A. F. G., E. R. L. y J. M. F. G., de 29, 44 y 38.

Los cuatro están imputados ahora por distintos delitos relativos a la Protección de la Fauna y de los Animales Domésticos, que van desde el maltrato hasta el enterramiento ilegal de los restos. Los cadáveres de los doce animales hallados en la bodega de Santervás de Campos fueron retirados para proceder a su incineración.