La vida detrás de las piedras

«He querido contar la vida que hay detrás de las piedras». Así ha definido este lunes José María Pérez Peridis su obra Esperando al Rey, durante la presentación en Palencia de su primera novela. Peridis daba además respuesta al escritor Gustavo Martín Garzo, que, en un acto planteado como una entrevista al autor, le había preguntado: «¿Qué crees que aporta la mirada de un novelista al arquitecto y restaurador que eres?».

El arquitecto, dibujante y presidente de la Fundación Santa María la Real desplegó su vena humorística para explicar su obra, siguiendo el cuestionario de Martín Garzo, a quien conoció este lunes y con quien compartió comida y una larga sobremesa.

Peridis arrancó el aplauso y las risas del público que llenaba el teatro Principal y que con anterioridad había formado cola en el vestíbulo para que firmara ejemplares. El autor de Esperando al Rey argumentó que la historia que se ha enseñado contiene numerosas batallas y reyes, que siempre se llamaban Fernando, Alfonso o Sancho, y las reinas, Urraca, Blanca o Sancha. «Las Sanchas y Blancas se casaban con Sanchos y Alfonsos, y en la tercera página nos habíamos perdido y teníamos que agarrarnos a las Navas de Tolosa. Yo hubiera querido llamarles Óscar I de Navarra o Leticia de Castilla», ironizó Peridis.

El novelista, que enraíza su relato en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, evocó su niñez entre las ruinas de este monumento, cuya reconstrucción ha impulsado, para afirmar que fueron los propios monjes y los reyes quienes le pidieron que escribiera este relato para darles vida. La historia recorre casi toda la geografía palentina, con localizaciones en multitud de pueblos, como Carrión, Herrera de Pisuerga o Becerril de Campos, y recrea los paisajes de la Montaña, Las Tuerces, Campos o El Cerrato, hasta el punto de que el psicoanalista Fernando Martín Aduriz, amigo de Peridis y que ejerció también de presentador, afirmó queEsperando al Rey puede servir para la promoción turística de la provincia, de modo similar a como ha contribuido El Hereje de Delibes a la promoción de Valladolid.

Constructores del románico

El arquitecto reconoció que su profesión le ha servido para crear la estructura de su novela y para construir un edificio por el que se puedan mover los personajes, «porque son muchos relatos que convergen en él». En la obra, cobran protagonismo personajes del medievo, desde reyes, obispos, nobles e infantas hasta canteros, «que contribuyeron a construir el románico y la lengua romance».

Peridis también confirmó el criterio expuesto por Martín Garzo de que Esperando al Rey es un alegato contra el totalitarismo y resalta el «papel sanador» de las mujeres. «Ellas eran las grandes pacificadoras y las grandes desconocidas», afirmó el autor, pero se cumplía la premisa de «boda de una infanta con un rey enemigo, paz firmada».

El novelista se despidió con una pormenorizada y personal descripción de la provincia. «Palencia es un Cristo de tráfico que pide prudencia en un Otero a los automovilistas de la operación retorno», fue la dedicatoria para la capital.