Noche de vigilia y dolor en Quintana del Puente

Se merecen un diez, es un personal extraordinario, preparado para todo lo que tengan que enfrentarse y anoche lo demostraron ampliamente. Estuvieron en todo momento al pie del cañón, sin venirse abajo, sin preocuparse de sí mismos o de la hora que era. Se desvivieron por ayudar a todos los viajeros. Solo puedo decir que tuvieron una actuación ejemplar». Con estas palabras, Asun Primo, la directora del hotel Área Suco de Quintana del Puente, situado a 12 kilómetros del lugar del accidente, al que fueron trasladados los viajeros de los dos autobuses siniestrados en Torquemada, mostraba su satisfacción por la labor desempeñada por su personal durante la dura madrugada del domingo.

Pocas horas después del accidente, ocurrido en torno a las nueve de la noche del sábado, otro autocar de una empresa palentino trasladaba desde el lugar del accidente hasta el hotel Área Suco a un importante grupo de viajeros, aquellos que no habían sufrido daños físicos, «pero que llegaban completamente conmocionados, aturdidos», explica Asun Primo, quien destaca que los empleados del hotel se olvidaron a partir de ese momento de horarios y turnos de trabajo para ofrecer la mejor atención posible a los desorientados ocupantes de los autobuses. «Fue una noche muy larga, y muy penosa. Aquí no teníamos ningún psicólogo y la gente necesitaba desahogarse, llorar, así que hicimos todo lo que pudimos, aunque es muy complicado, porque en algunos momentos no sabes qué decir, cómo comportarte. Así que les acompañamos en todo momento, les ayudamos a cargar con los equipajes, que era muchísimo, les ofrecimos bebidas, cena, un lugar donde descansar, todo lo que necesitaban. Fue una noche muy complicada», explica Asun Primo.

Tras el primer grupo de viajeros, agentes de la Guardia Civil de los puestos de Palencia y Torquemada, pero también patrullas de otros pueblos, puesto que fue necesario contar con refuerzos, comenzaron a trasladar desde los centros de salud o desde el hospital Río Carrión a todos aquellos viajeros que recibían el alta puesto que sus heridas eran de carácter leve. «Primero vinieron los que no estaban heridos, y luego los Guardias Civiles fueron trayendo a los que recibían el alta, y así vimos como llegaban algunas personas con brazos en cabestrillo, cortes en la cara, alguna nariz rota», señala la responsable del hotel, quien indica que hacia las 5 de la madrugada un primer contingente con 46 personas pudo partir con destino a Francia en un autobús de la empresa Alsa.

Estos fueron los primeros que se fueron, puesto que sobre las 13:30 partió también un taxi con otros cuatro heridos, que debido a que presentaban mayores lesiones recibieron el alta más tarde que los demás y optaron por pasar la noche en el hotel. Se trata de la mujer de uno de los fallecidos, de un matrimonio y de otra mujer.