Ternura e Historia en la Hélade

Yo sé que Felipe VI no podía hacer otra cosa que la que hizo, pero nosotros pensamos libremente, somos Europa, fuimos la envidia del mundo gracias a Juan Carlos I. Por eso, que la imagen sea casi un robado televisivo le da a la escena más trascendencia. La de dos realidades que dieron y dan sentido a España pese a las cacerías de todo jaez del primero.

Errar es humano, pero en el país que se nos está quedando solo pueden tener derecho al yerro unos pocos y unas pocas y unos 'poques' que creen que además dictan clases de Ética sin que se les pregunte.

A los huérfanos de padre, todas estas imágenes nos mueven a una conmiseración infinita. El rey viejo y errado y el rictus de pagar ya demasiado por sus errores. No soy monárquico, pero sí un seguidor y un perseguidor de la Historia, que escribo en mayúsculas porque es el lugar donde vamos a estar hasta que el tiempo no exista, si es que eso es posible.

Qué quieren que les diga. En el duermevela de estos día que se duerme mal con el helor de fuera, esa imagen, padre e hijo, ha venido a clavarse en el hipotálamo. Es icónica, y cuando estudien esta España de 2023, espero que esté ahí, en los libros y en las hemerotecas. Exhalando ternura y gratitud compartida por parar uno a Tejero, otro a Puigdemont.