Un taxi para Ciudadanos
LA ESPITA ·
El partido de derecha disfrazado de centro que venía a mejorarlo todo en Castilla y León exhibe tics de vieja política: división y dedazo. Imposibe no notar el olor a cuesta abajoCiudadanos estrenó la semana aplicando el dedazo desde Madrid, dejando al aire una vez más –y van...– las vergüenzas de división que le corroen en ... Castilla yLeón, y la terminó con tics propios del agónico final del herrerismo (Con 'H', Herrerismo: acción política protagonizada por Juan Vicente Herrera, el dirigente que más tiempo ha ocupado la Presidencia de Castilla y León, 18 años, 2001-2019). Conviene argumentar lo del dedazo y los tics porque así se entiende por qué Ciudadanos, partido de derechas disfrazado de centrista, que decía que venía a mejorar la política en Castilla y León, ha adquirido las peores maneras de la derechona pura y dura.
El lunes pasado, Inés Arrimadas sacaba el dedazo para asegurarse varias cosas. La primera, y esencial para ella, que en el comité autonómico del partido en Castilla y León, máximo órgano de dirección, no quedaba rastro de Francisco Igea, vicepresidente y portavoz de la Junta y consejero de todo –menos Cultura, que no se atreve por falta de preparación– lo de Ciudadanos en el Gobierno (Transparencia, Ordenación del Territorio, Acción Exterior, Sanidad de hecho junto al gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel –de derecho, según el Bocyl, la consejera es Verónica Casado–, Empleo –junto al viceconsejero David Martín, aunque la consejera de derecho según el Bocyl es Ana Carlota Amigo–. Igea ya es historia en Ciudadanos. Lo era mucho antes de perder las primarias nacionales ante la propia Arrimadas, pero ahora ya es oficial. A este cronista le han hecho llegar esta delirante hipótesis: que el mismísimo Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta y del PP regional, no le dejará tirado el día de mañana (es decir, 2023) por los impagables servicios prestados para que presida el Ejecutivo. Por esa regla de tres, tampoco debería dejar tirado dentro de tres años al socialista Luis Tudanca, secretario regional, que no líder, del PSOE, que ha hecho tanto o más que Igea por ver a Mañueco de presidente.
Lo segundo que se garantiza Arrimadas es fidelidad espartana en la dirección de Castilla y León. A la cabeza, Gemma Villarroel, biportavoz en León (en el Ayuntamiento y la Diputación), nueva coordinadora autonómica (cae Luis Fuentes, presidente de las Cortes). Esto de acaparar cargos, como Villarroel, no suele acabar bien. Pasó en Valladolid con Pilar Vicente, que fue portavoz el mandato anterior en las dos instituciones provinciales en las que estaba y ya nadie se acuerda de ella. Además de no dar buena imagen (por acumular retribuciones) dice muy poco de la calidad y la cantidad del trabajo a atender en dos instituciones. El refrán es sabio: imposible repicar y estar en la procesión.
Se mantiene, con más mando, Miguel Ángel González, muñidor mayor de Ciudadanos en la región, veterano en la intendencia –13 años de 'mili ciudadanera'– y que sabe cómo se manejan todos los hilos internos y externos. La lista de damnificados por su acción no deja de engordar. Varios se sientan en el hemiciclo actual de las Cortes.
Toma mando regional en plaza Gemma Gómez, como delegada de Organización, una dirigente vallisoletana que no se caracteriza por su simpatía ni por su don de gentes (pero para Arrimadas son méritos puertas adentro del partido). Y remata el cuarteto para Comunicación Marta Sanz, cómodamente asentada en la Mesa de las Cortes, lugar idílico en Castilla yLeón para todo político que quiera tener suculentas retribuciones y casi nula carga de trabajo. El cuarteto Villarroel-González-Gómez-Sanz le garantiza a Arrimadas 'manu militari' y obediencia ciega.
Hasta aquí el dedazo. ¿Y los tics modelo declive herrerismo? Dos ejemplos. Uno, Luis Fuentes, presidente de las Cortes venido a menos en el partido (cuando se prueba el Audi oficial y todo el mundo te llama presidente, la vida se ve de otra manera; cuando eso se pierde, llegan las depresiones) empieza a dedicarse a jornadas de despoblación. ¿Cuántas no organizó su antecesora Silvia Clemente? Y dos, desde la Junta, Igea sigue metiéndose en todos los charcos y recaba antipatías allá por donde va; ¿de qué si no Mañueco se pone a calmar ánimos con sindicatos y empresarios sin él? En esto de la 'no simpatía', recuerda a los últimos años de sus antecesores 'vicepresidenciales' María Jesús Ruiz y José Antonio de Santiago.
Este Ciudadanos tiene un día crucial, el 14 de febrero de 2021, cuando voten los catalanes. Ahí se presagia una caída de tomo y lomo de los de Arrimadas. En Castilla yLeón, ya la registraron con Albert Rivera al perder todos sus diputados nacionales en 2019. Imposible no notar el olor a cuesta abajo de Ciudadanos hacia la irrelevancia en 2023, cuando todos sus cargos públicos regionales, si siguen así, pudieran caber en un taxi.
Y que tenga cuidado el PP: Vox lee las encuestas y no deja de frotarse las manos.
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