La palabra del año

La Fundación del Español Urgente, que vela por el buen uso de nuestra lengua, lleva eligiendo el vocablo que más interés genera cada año desde 2013. Así, escrache, selfi, microplástico o emoticono tuvieron su momento y seguro que al leer, le van viniendo recuerdos. Pero este año, no me negará que fango apunta maneras, con permiso de 'barefoot', que está arrancando con fuerza.

Es curioso cómo un simple vocablo puede provocar rechazo. Fango suena feo. No sé si será cosa del abuso, porque el caso es que sus sinónimos no tienen precisamente connotaciones tan negativas. El barro, por ejemplo, es un material de construcción noble y sostenible que se utiliza para la fabricación de tejas, losas o revestimiento de muros. El cieno o la lama, por seguir con el tema, son indicadores de la calidad del agua. Y el lodo, por concluir, estimula el crecimiento de las plantas y usado como ungüento sobre la piel ayuda a eliminar toxinas de forma ecológica. ¡Si hasta tiene una canción! «Sin rumbo y en el lodo. Si tú me dices ven, lo dejo todo». Ay, el amor…

Pero fango, no. Suena feo. Y vivir en él, ni le cuento. Ahí podemos estar todos cualquier día. Depende del sentido crítico o de que no vayas cuando te diga ven el primer vendehúmos que te encuentres. Polarización fue la palabra estrella en 2023 y fango apunta maneras para 2024. Menos mal que ya no hay populismo y los escraches seguro que no regresan. En fin, emoticono mano diciendo adiós y hasta la semana que viene.