Envuelto en un mar de lágrimas, impecablemente vestido y arropado por sus diversas familias, Lionel Messi puso fin a su etapa en el Barça. La ... renuncia a la mitad de su exorbitado sueldo no dio sus frutos, en un club sumido en una ruina colosal. A quien llaman Leo (para no hacer chascarrillos con el hipocorístico) no le han convencido las explicaciones de Laporta. El astro agradeció todo lo que le ha dado la entidad, aunque, a diferencia de lo que han hecho jugadores del Athletic Club bilbaíno en situaciones de crisis (quedándose renunciando a su sueldo), el futbolista se irá a París. Antes, un grupo de pobres diablos se arremolinaba en torno a la mansión del 'crack', que celebraba una cena con sus colegas. «Leo, no te vayas», clamaban. Aún no han saltado a la palestra, pero pronto la familia independentista vomitará que, si el Barça jugase en la liga francesa, Messi seguiría siendo culé. ¡El Mónaco participa en ella! La culpable es LaLiga del Estado español.
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Cuando era niño estudiábamos a Gaudí y su Sagrada Familia. La construcción concluirá en diez años, nos decían. Transcurridos cincuenta, el templo está patas arriba. La imponente Santa Sofía vio la luz en un lustro, con la tecnología del siglo VI. Las de Burgos, León y Palma, en apenas un centenar. Teniendo en cuenta la pericia actual, no se explica cómo a las del emblemático edificio no le hayan puesto una fecha creíble. La seo recaudó 100 millones en 2019 solo en concepto de visitas. Los vecinos de la zona están hartos y los regidores del entramado no publican adónde va el dinero. Quizá estén aplicando el mortero con instrumentos de odontólogo. La evidencia dicta que varias familias no parecen tener prisa por que la veamos en todo su esplendor. Barcelona és bona si la bossa sona.
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