Ibarrola

Retratados

La re/reforma salió adelante porque el diputado Casero no digirió el pastel de ese día

Roberto Carbajal

Valladolid

Martes, 8 de febrero 2022, 01:10

Por si alguien albergaba alguna duda de que los partidos políticos no buscan el bien común, solo tiene que echar un vistazo a lo ocurrido ... antes, durante y después de la votación de la contrarreforma laboral. Esquerra votó en contra porque ellos representan la izquierda absoluta en Cataluña, y la figura de Yolanda Díaz amenazaría ese monopolio. Los prestidigitadores vascos también, porque se miran de soslayo y comen, pero no dejan comer. Vox, porque devora por la derecha y entre quienes están en la estacada.

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En cambio, Ciudadanos emitió su 'nihil obstat', como los enfermos terminales que parecen recuperarse engañosamente días antes de expirar. Los micropartidos, porque estaban imbuidos por el clamor social. La derecha secesionista catalana lo aceptó porque siempre será el ariete de la burguesía empresarial allí y la CEOE rubricó el documento. El PSOE se había subido a la ola porque en esa casa no tienen qué ofrecer y se mimetizan espuriamente con la socialdemocracia. Frente a todos los anteriores se situó el PP tóxico de Casado, que votó contra sí mismo y contra la España real. La re/reforma salió adelante porque el diputado Casero no digirió el pastel de ese día. García Egea, el valedor del aturdido autotránsfuga extremeño, presume en su biografía de ostentar el campeonato del mundo de lanzamiento bucal de huesos de aceituna, que se celebra en un pueblo murciano. Como el listón está tan bajo, es normal que sucedan esperpentos como el de la semana pasada.

Y, finalmente, se votaron a sí mismos (desde la casa de sus padres) los trabajadores en precario de nuestro país, en quienes sembraron la idea quimérica de que los partidos políticos españoles velaban por su dignidad. Porque el asunto central que se vapuleó en el Congreso trataba sobre eso.

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