Una persona sostiene una camiseta de Maradona a las puertas de la Casa Rosada donde se celebró su velatorio. AFP

Princesas y príncipes

La Canaleja ·

Se ponen estupendos los gurús de la superioridad intelectual porque la sociedad ha llorado a Maradona

Jaime Rojas

Valladolid

Jueves, 3 de diciembre 2020, 08:00

Desconozco de qué manera reaccionaré el día que muera Belén Esteban, sobre todo porque puede sobrevivirme, que es más joven y eso es importante. Pero ... si lo consigo –lo de morirme después– no seré tan sobrado para decir que es indignante que el homenaje a la princesa del pueblo es desmesurado, como se ha asegurado del príncipe de la aldea global, Maradona.

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Sostienen los gurús de la superioridad intelectual que nos dan la matraca que somos una sociedad ignorante y enferma al llorar hasta el ridículo por el fallecimiento de un futbolista de cabeza regular y apenas reparamos en el mismo destino eterno de científicos, inventores y funcionarios de nivel 30. Somos unos desahogados sin solución. Miren, que no se pongan tan estupendos, no alardeen, que seguro han seguido más la vida desordenada del pelotero argentino que la de un premio Nobel. Es nuestra naturaleza, no disimulemos.

Cuentan que fue descorazonador lo que ocurrió en la posguerra en el aeropuerto de Barajas, cuando coincidieron Fleming, inventor de la penicilina, y Jorge Negrete, cantante y azote de maridos. Pancartas para el mexicano y ni puñetero caso al doctor. Eso es lo que aconteció en 1948, ahora en 2020 con Maradona y lo que pasará con la Esteban. Son príncipes de dudoso gusto, pero tocados por la mano del pueblo, al que pertenecemos, incluidos los estupendos.

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