El Archivo de Simancas. Una ventana a la Memoria Mundial

Se eligió el viejo castillo de los Almirantes en Simancas que convirtieron en archivo Herrera, Praves, Mora, Ventura Rodríguez y Villanueva. Fue cárcel que apresó al comunero Maldonado y ejecutó al obispo Acuña.

Braudel creyó que Felipe II fue la araña que tejió la tela del imperio con el hilo de la escritura archivada. Sin duda es fuente histórica de la Humanidad, el mejor archivo tras el Vaticano. Refleja la evolución política, militar, económica, social, religiosa y cultural de los siglos XVI-XVIII.

Del XVI nos ofrece humanismo, renacimiento, conquista de América, reforma protestante, siglo de oro, arte europeo y genio castellano de pintura y escultura. Laten en él consejeros, militares, descubridores, eclesiásticos, gramáticos, escritores y artistas de su entorno cultural.

Refleja del XVII el rico barroco contrarreformista y el sobrio patrimonio de Castilla. Y hace vibrar las reformas catastrales y laborales del racionalismo de las luces del XVIII.

Muestra un abanico de tratados, paces, testamentos, capitulaciones, planos, mapas, dibujos y cartas. Escribe una torre de babel de árabe, latín, griego, ruso, armenio, portugués, castellano y euskera. Visibiliza razas y tierras europeas, germanas, nórdicas, mediterráneas, turcas, babilónicas, egipcias, americanas y gitanas. Es mosaico de estados modernos y de los tensos imperios de Europa, Asia, África y América. Enlaza religiones orientales, judía, musulmana, protestante, ortodoxa y católica.

Mide 13 kms. de legajos de Consejos de los Austria, Secretarías de Despacho de los Borbones y Contadurías del Tesoro: Consejos de Castilla, Aragón, Indias, Italia, Flandes y Portugal para gobernar Estado, Guerra y Hacienda. Ésta ocupa 38000 legajos, más de la mitad del archivo.

Entre 1540-1844 vive como archivo administrativo al servicio del extenso poder y no de la ciencia o la historia. A mediados del XIX se abre como archivo histórico al servicio de afectados por las reformas liberales. En el XIX usaron Simancas concejos, ayuntamientos, monasterios, cabildos, militares, titulares de bienes amortizados, apellidos y linajes para defenderse de cambio jurisdiccional, abolición de señorío, desamortización, pérdida de fueros o diezmos.

Acudieron las emergentes naciones de tierras relacionadas con el imperio: Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Vaticano, Portugal, Suiza, Flandes, Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Córcega, Milán, Génova, Mónaco, Malta, Filipinas. Sus comisionados recogieron documentos para narrar historias nacionales y legitimar su naciente nación. Los nacionalismos se hicieron víctimas con la leyenda negra del verdugo imperial.

En Simancas nacieron corpus documentales nacionales: Monumenta Germaniae, Collection de documents inédits sur l'histoire de France, Monumenta Historiae Patriae de Cerdeña, Calendars of State Papers, CODOIN español.

Usaron Simancas como escenario mundial intelectuales contemporáneos: Comte, Croce, Heine, Merkle, Morel-Fatio, Grandmaison, Deicinger, Nielsen o Reinhardt.

Los Guardianes de la Historia redactaron la historia nacional española. Surgieron archivo nacional, biblioteca nacional, academia nacional, escuela nacional, corona nacional, conmemoración nacional y doctrinarismo nacional (constitución histórica y soberanía compartida). Basaron la nación en la historia y la corona al exaltar la leyenda blanca de Felipe II como eje monárquico y religioso de España. Desde Simancas restauraron la corona Cánovas, Danvila, Gayangos, Lafuente, P.J.Pidal o Vignau.

Del universal Simancas se segregaron ¿con razón? el Archivo de Indias en 1785, el saqueo de Napoleón en 1810-11 (devuelto por Pétain en 1943), el Consejo de Aragón en 1852 e Inquisición y Órdenes del AHN en 1914.

Impidió trasladarlo a Madrid Alonso Cortés en 1922, pero Mergelina buscó traerlo a Valladolid en 1942. La Facultad de Filosofía y Letras (1917) logró su préstamo permanente. La difícil locomoción y hospedaje crearon la Residencia de investigadores en Simancas (1950).

En la edad de plata de la cultura española (1900-36) acogió historiadores españoles profesionalizados y universitarios para relacionarlos con autores y temas mundiales. Al investigar el XVIII se renovó la historia española. El archivo vivió liberalismo, doctrinarismo, romanticismo, positivismo, regeneracionismo, historicismo, materialismo, vitalismo, modernismo o regionalismo. Dominaron Annales franceses, historia económica, demográfica e historia social marxista inflexible. La Transición conmemoró reyes, olvidó dictaduras y seleccionó memorias históricas. Rivalizaron regionalismos y hubo independentismo e historia demasiado frentista.

En 2017 UNESCO reconoció al Archivo de Simancas Patrimonio de la Humanidad y Ventana de la Memoria Mundial. Por su territorio sin puesta de sol, por sellar alianzas en tres continentes y tres siglos y cimentar política, economía, sociedad, religión y cultura en Occidente. En el XIX legitimó las naciones. En el XX socializó la investigación de los historiadores mundiales y enriqueció a los historiadores españoles. Hoy lanza su imagen mundial y lo hace on line con PARES.

Debemos mucho a los dos últimos directores que estudiaron y globalizaron el Archivo con inteligencia y esmero.