El otoño de los consejeros

En ese bosque están creciendo las plantas que marcarán la política de Castilla yLeón en los dos eternos años que tiene por delante la legislatura. Esta comenzó con la derrota en las urnas del popular Alfonso Fernández Mañueco; la victoria del secretario regional, que no líder, del PSOE, Luis Tudanca; el Ciudadanos de Francisco Igea y el de Luis Fuentes en modo obligados por el exlíder Albert Rivera a plegarse a una Junta con el PP; con Unidas-Podemos reducido a cenizas, y dos partidos, Vox y Por Ávila, provenientes de escisiones de la derecha. Llegado el ecuador, resulta que una encuesta de GAD3 para El Norte de Castilla ha puesto de manifiesto que el espacio electoral ha registrado un cambio tal que Mañueco cabalga a lomos de la mayoría absoluta; el PSOE se pega una galleta por inacción y falta de capacidad de Tudanca para vertebrar una alternativa creíble al PP; Ciudadanos camina hacia la desaparición; Podemos cae más y se ha de encomendar a la burgalesa Laura Domínguez, la voz más sensata, preparada y reflexiva de las 37 de izquierda en las Cortes regionales (en las antípodas de la siempre estridente Ana Sánchez); y la Junta está sin mayoría absoluta porque una exciudadanera, María Montero, inició antes de tiempo la estampida del partido naranja, arranque del fracaso de la primera moción de censura debatida en la región, que un Tudanca desdibujado presentó obligado por Ferraz, que, aún así, le ha confirmado para seguir como secretario regional (que no líder) y candidato en 2023; y nadie se quiere 'comer' el potro de tortura del cartel socialista, como muestra que el delegado del Gobierno,Javier Izquierdo, se haya borrado de la agenda pública.

Acaba de inaugurarse el 'Momento Mañueco', quien se muestra en modo presidencial. Cómo sepa pulir su perfil institucional definirá el conjunto de la política de Castilla y León en los dos próximos años. A favor tiene cinco factores. Primero, la dirección nacional del PP ha dejado de hostigarle y con el horizonte de presidente regional de partido despejado, los congresos provinciales que faltan no serán quebradero de cabeza para él; es tan seráfico el nuevo clima interno, que hasta se ha recibido bien al nuevo coordinador de la dirección nacional con la regional, el diputado extremeño Víctor Píriz (un puesto que desempeñan el diputado vallisoletano José Ángel Alonso en Castilla-La Mancha, la abulense Alicia García en Madrid, la palentina Milagros Marcos en Extremadura y el vallisoletano Eduardo Carazo en Cataluña; Teodoro García Egea sitúa peones en casillas singulares del tablero). Segundo, a los indultos del 'procés' añadirá otro ariete de oposición a Sánchez ya que pronto llegarán concesiones de financiación a Cataluña que restarán dinero a Castilla y León: seguro que surge el 'los independentistas nos roban', que como lema en manos del PP puede ser letal para el PSOE. Tercero, la crisis mostrará su cara más cruel (subida del recibo de la luz incluida) en otoño-invierno, pese a que los socialistas esperan los 70.000 primeros millones de fondos europeos como el maná que les permitirá salvar la cara por el conflicto catalán. Cuarto, la vacunación si no avanza más y mejor no será por el Sacyl, sino porque el Ministerio no envía las dosis suficientes. Y quinto, si la amenaza de otra moción socialista en Castilla y León en 2022 sigue, Mañueco puede activar el botón del adelanto electoral y ¡ay Ciudadanos!, ¡ay PSOE!

Pero en contra, el 'Momento Mañueco' se topa con el freno de consejeros y miembros de su equipo que le lastran el despegue. Por eso ha puesto una fecha: sus consejeros tienen hasta otoño para 'resetearse' y contribuir a que la acción de la Junta empiece a ser reconocida como 'la del Gobierno Mañueco'.

Y otoño está a la vuelta de la esquina.