Una ocasión distinta
Si echamos la vista atrás y hacemos memoria sobre las diferentes elecciones autonómicas que se han celebrado en nuestra comunidad desde aquellas primeras de 1983, ... estaremos de acuerdo en que estas que van a celebrarse el próximo 26 de mayo probablemente serán las más disputadas, y acaso también las más inciertas. En aquella primera ocasión ganó el PSOE, por única vez y por escasa diferencia; 42 procuradores frente a 39 de Alianza Popular, que aún no era el PP. Del centro hacia la derecha competía aquella AP con los restos de la UCD, en parte reconvertidos en CDS; del centro hacia la izquierda el PSOE ocupaba prácticamente todo el espacio en Castilla y León. Las siguientes elecciones, las de 1987, mantuvieron la inquietud: el PSOE y AP empataron a 32 escaños y el CDS obtuvo 18; Aznar fue Presidente de la Junta por un puñado de votos. De entonces para acá la incertidumbre fue decreciendo progresivamente: el PP terminó por agrupar todo el centro derecha (hasta 50 procuradores llegó a tener, que es la suma de 32 y 18), el PSOE se movió en el entorno de los 30, y ni siquiera cuando el bipartidismo de antaño se quebró hubo una alternativa cierta. En las últimas elecciones de 2015, cuando las mayorías se vendían caras en todos los sitios, el PP aún mantuvo 42 escaños, justo la mitad de los que componían entonces las Cortes de Castilla y León.
Hasta aquí, muy resumida, la historia electoral de la comunidad. Y ahora todo apunta a que todo puede ser distinto. Los recientes resultados de las elecciones generales, aunque las extrapolaciones de unas a otras no suelen ser correctas, marcan tendencia en esa dirección; los sondeos lo confirman; incluso esta vez se palpa en el ambiente. Lo más probable es que, a falta de mayorías unilaterales, todo dependa de acuerdos, alianzas o coaliciones. Porque habrá muchas formas de hacer gobierno y muchos tipos de pacto, y lo deseable será que se alcancen aquellos que proporcionen más estabilidad.
Pero habremos de acostumbrarnos a un escenario desconocido y novedoso. Solo una vez, a finales de los 80, hubo una coalición (AP y CDS) gobernando la Junta. Es curioso; pareciera que ahora, en un contexto muy distinto, el ciclo político diera un giro retrospectivo. La democracia es así: tarde o temprano da posibilidades a la alternancia; a veces tarda, pero termina llegando. Esa es parte de su grandeza.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión