José Ibarrola

El Nuevo Orden

Después de las palabras ·

«El Estado es en sí mismo una ontología del caos. Actuar en nombre del Estado encubre los atropellos más globales y oneroso»

Juan Villacorta

Valladolid

Lunes, 4 de julio 2022, 00:16

El escenario donde escondemos nuestros intereses más miserables es el de las relaciones humanas, y cuando cae el telón político, en un primer plano se ... amontonan las víctimas como fardos de paja, y al fondo se atisba un paisaje aterrador, el del tirano, el del Poder como un plano fijo.

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Se cree fuerte el Poder porque está unido, desconoce el Poder que 'la unión hace la fuerza' es la gran mentira. La unión es un síntoma de debilidad en quieres urgen unirse pues desconfían de sus propias fuerzas. Si los elementos individuales son frágiles, el Poder en su conjunto global tendrá siempre un punto débil, un flanco desprotegido, una fragilidad congénita producto de acuerdos hipócritamente políticos.

El Estado es en sí mismo una ontología del caos. Actuar en nombre del Estado encubre los atropellos más globales y oneroso. Los políticos esgrimen razones de Estado y adoptan decisiones impopulares como armas de apoyo que justifiquen y legitimen una supuesta y justa bondad en las decisiones del Poder en las que el propio Poder descree.

La conservación de un mundo basado en un nuevo orden depende de su capacidad de autocrítica, y de comprensión. Un mundo nuevo aspira a conservarse si es consciente de sí mismo y de su permanente desgaste y envejecimiento. Sentimientos radicales más allá de la razón, corazones enmohecidos por la pérdida del respeto. Son signos inequívocos de la derrota, la voluntad del náufrago es la aceptación del fracaso aún antes de producirse.

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