Caja España, desarrollo
Varias y diversas fueron las etapas por las que discurrió la vida de Caja España entre su fundación en 1990 y su absorción como Banco CEISS por Unicaja Banco en 2018
Luis-Ángel Alonso Saravia
Exempleado de Caja España
Miércoles, 3 de septiembre 2025, 07:51
Todo ser vivo nace, se desarrolla y muere. Sucede también con las instituciones, organismos, empresas y toda clase de entes. Eso mismo ocurrió con Caja ... España que nació -una vez superado un período de gestación-; se desarrolló -lo que ocurriría durante un largo período que intentaremos resumir en el presente artículo-; y murió -período cuyo final fue su lamentable desaparición-.
Caja España se desarrolló desde el 16 de junio de 1990, cuando se formalizó la escritura de fusión, hasta el 7 de septiembre de 2018, día en el que se firmó la escritura de fusión por absorción de Banco CEISS por Unicaja Banco.
Varias y diversas fueron las etapas por las que discurrió la vida de Caja España. Una primera, la que se extendería desde el 16 de junio de 1990, momento en el que se produjo su fundación, hasta el 12 de julio de 1993, fecha en la que fue cesado su primer director general, don José Manuel Cordero del Campillo. Fue una etapa en la que se colocaron los cimientos de un gran proyecto; una etapa que es identificada como la de los 'generales', entendiendo por ellos las cinco personas que asumieron la dirección de la nueva institución. Don José Manuel, don Francisco Javier, don Gonzalo, don José Luis y don Miguel venían de ejercer el cargo de directores generales en sus respectivas cajas de ahorros. 'Generales' que, con su experiencia y oficio, abonaron el terreno para que la semilla dispusiera de las mejores condiciones para su desarrollo posterior.
La segunda etapa transcurriría desde el 26 de julio de 1993, cuando el consejo de administración nombró director general de la entidad a don Antonio Huertes García, hasta el 4 de marzo de 1996, cuando el mismo consejo acordó su remoción. Ahora nos encontraríamos ante el momento de los 'coroneles', grado par al ocupado anteriormente por quienes ahora ascendían al primer nivel de dirección de la caja de ahorros para sustituir a los generales 'caídos'. Se depositaba la gestión de la nueva etapa en personas de la misma casa, a profesionales que eran promocionados y que debían demostrar su competencia ante el reto que se les confiaba.
La tercera etapa se iniciaba el 4 de marzo de 1996 con el nombramiento de don Ángel Montero Pérez como nuevo director general de la caja de ahorros. Estabilizar y consolidar la institución era su misión. Siguiendo con la terminología militar, se ofrecía la oportunidad para demostrar su valía profesional a un 'teniente general', quien tuvo el acierto de confiar en el grupo de 'coroneles' que habían formado parte del anterior equipo gestor, lo que facilitó a aquel su integración en la entidad y a estos demostrar su profesionalidad y competencia. Esta etapa finalizaría el 17 de septiembre de 1999 con la aceptación por parte del consejo de administración de la renuncia presentada por el señor Montero Pérez al cargo de director general.
La cuarta etapa fue la comprendida entre el 17 de septiembre de 1999, cuando el consejo de administración aprueba el nombramiento de don Evaristo del Canto Canto como director general de la entidad, hasta el 3 de noviembre de 2003, fecha en la que se produjo la resolución de los contratos que le vinculaban con Caja España. En cuanto a la terminología militar utilizada, ahora nos encontraríamos en la etapa de los 'capitanes'. El señor del Canto, un capitán procedente de otra entidad de ahorro, optó de inicio por dar continuidad al equipo heredado, aunque iría introduciendo cambios progresivamente hasta que, superado el primer año de gestión, decidió prescindir de algunos cualificados 'coroneles' con bastante ascendente en la organización, para escoger profesionales que hasta entonces habían desempeñado cargos también con rango de 'capitanes'.
La quinta etapa discurriría del 3 de noviembre de 2003, cuando fue nombrado, primero don José-Enrique Fernández-Llamazares director general 'en funciones', y mes y medio después don José Ignacio Lagartos Rodríguez director general y don Francisco-Javier Ajenjo Sebastián director general adjunto, con la misión de sacar a la institución de las turbulentas marejadas en las que el señor del Canto la había introducido y buscar corrientes y vientos más favorables, hasta el 31 de diciembre de 2009. Ahora se volvía a una etapa cuya gestión recaía en dos 'coroneles', que aunque ya habían desempeñado funciones con rango superior, sin embargo su nivel profesional no lo acreditaba.
La sexta etapa se extendería desde el 1 de enero de 2010, año en el que se crea Caja España-Duero -más tarde transformada en Banco CEISS-, hasta el 30 de abril de 2014, cuando Unicaja Banco se hace con el control de Banco CEISS y don Manuel Azuaga es elegido nuevo presidente del consejo. La gestión de la nueva entidad recayó, utilizando la terminología militar, primero en los mismos 'coroneles' que la venían realizando en las dos cajas fusionadas, y después en el 'capitán' de ida y vuelta. Había que dar otro rumbo a la nueva nave, pero los altos ejecutivos elegidos no fueron los más idóneos ni estaban preparados para tal cometido.
La séptima, y última etapa, iría del 1 de mayo de 2014 hasta el 7 de septiembre de 2018, fecha en la que se firmó la escritura de absorción de Banco CEISS por Unicaja Banco. La gestión de la entidad en esta etapa sería encargada a dos 'generales' -Manuel Azuaga y Mª Luisa Lombardero-, guiados por un 'general de Estado Mayor' -Braulio Medel-, que conducirían el barco al puerto ya predestinado. Sería el final de una caja de ahorros que había nacido saludable y vigorosa y que murió enfermiza y debilitada.
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