Hermanos
«Las desgracias dejan una huella indeleble, pero también descubren nuestra parte más humana, siempre que la haya»
Tengo un buen amigo que, a fuerza de su perspicaz insistencia, logró convencerme para transformar el martilleante por qué en un asumible para qué. Tratamos ... de dar respuesta a todo lo que sucede, pero lo cierto es que uno se libera si consigue dar sentido a la locución. Así que ¿para qué ha servido la DANA? Posiblemente para demostrarnos la propia vulnerabilidad, para recordarnos que somos finitos, pero también para descubrir que la solidaridad va más allá de un carnet de afiliado.
Las desgracias dejan una huella indeleble, pero también descubren nuestra parte más humana, siempre que la haya. Valencia es el más puro ejemplo de que el pueblo ha salvado al pueblo, pero no quiero pasar por alto un hermanamiento que conviene señalar. En plena batalla sobre quién debió activar la alerta en Valencia, una llamada. «No sé de qué partido eres, pero si necesitas ayuda, aquí estoy yo», le espetó el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, a su homólogo en Aldaya, Guillermo Luján.
La pura disciplina de partido a veces oculta los valores de hermanamiento que deben trascender al cargo. Y comenzó el desfile. Los bomberos de Valladolid fueron los primeros en inspeccionar uno de los escenarios más temidos, el aparcamiento de Bonaire. Ahora, un vehículo de Aquavall se ha colado en las entrañas de Aldaya para liberar a la maltrecha red de abastecimiento. Así que, sólo pido que lo que ha unido la DANA, no lo separen los partidos.
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