Pasarlas moradas
En la ley de familias que nos acecha se suprimirá el término 'numerosas' para suplirlo por 'familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza', una patada a la recomendable economía del lenguaje
Creo que alguna vez les he contado que provengo y tengo familia numerosa. O provenía y tenía, que con la ley de familias que nos ... acecha se suprimirá el término para suplirlo por la aparatosa denominación de 'familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza', eufemismo que, como tantos otros incluidos en la retahíla de normas de lo que el Gobierno llama agenda social, es una patada a la recomendable economía del lenguaje. En vista de que han descartado la abundancia de criaturas como base del nombre y han optado por un concepto sustentado en las calamidades que padecen quienes sufren para alimentar a su descendencia, podían haberlas bautizado como familias que las pasan moradas. Aunque creo que esa expresión huele a 'podemitófoba', por lo del color, y supongo que quieren borrarla del amplio listado de dichos, modismos y refranes que acompañan al español.
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Y en ese epígrafe de largo nombre se incluyen ahora otro tipo de familias, como las monoparentales con dos hijos; las de dos hijos con un ascendiente o descendiente con discapacidad; las de dos hijos encabezadas por una víctima de violencia de género o por un cónyuge que haya obtenido la guardia y custodia exclusiva sin derecho a pensión de alimentos y las familias con dos hijos en la que un progenitor esté en tratamiento hospitalario un año o haya ingresado en prisión.
Lo siento por ellos, pero han de perder toda esperanza de que estar en ese enunciado les reporte una situación privilegiada. Porque, y se lo digo por experiencia, las ayudas a las antiguas numerosas suman varias 'emes', las de minucia, menudencia, mofa, menosprecio, mugre y, finalmente, mierda. Así lo he vivido y así lo vivirán estos nuevos incautos que traen hijos al mundo.
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