Exposición 'Divina Comedia' en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid en 2021. José C. Castillo

Ignavos

Supongo que casi todos somos seres mediocres que transitamos por la vida sin infamia y sin honor

Tomás Val

Valladolid

Jueves, 27 de octubre 2022, 00:02

Acompañemos a Dante en su visita turística por el Infierno de la mano de su guía Virgilio. Dante -35 años- ha caído en una vida ... de perdición y pecado. Para resumir, tiene que darse una vuelta por el Infierno, el Purgatorio y el Cielo para alcanzar la salvación. El cielo, se lo advierto, es un coñazo, uno de esos conciertos de órgano que ahora proliferan tanto por las iglesias.

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El caso es que, en un momento de la Divina Comedia, el Dante le pregunta a Virgilio: ¿qué son esos suspiros, gritos y llantos que retumban en el aire sin estrellas? Virgilio le responde que vienen del Anti Infierno, donde están castigadas las almas que vivieron sin infamia y sin honor. Son los ignavos, dice, almas que en vida no hicieron ni el bien ni el mal.

Supongo que casi todos somos ignavos, seres mediocres que transitamos por la vida sin infamia y sin honor, que no hacemos nada reseñable y que con nuestra cobardía –que también hay que ser valiente para hacer el mal- empobrecemos el mundo. Los cabrones y los buenos se salen con la suya por nuestra inoperancia, ni colaboramos ni nos oponemos, siempre culpables.

Yo, personalmente, agradezco que haya personajes que asuman su condición de ignavos. Pienso, principalmente, en los miembros de Vox de Castilla y León y en su virtud más ejemplar: no hacer nada. Se oponen mucho, votan en contra, insultan, advierten de las desviaciones morales de la Seminci... Pero no gobiernan, bendito sea Dios, ni proponen ni legislan ni nada se les ocurre más allá de la tauromaquia. Ignavos puros, habitantes del anti infierno que se conforman con su cargo y con su sueldo. Loado sea el cielo.

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