Hipocresía popular
La aventura humana ·
«El PP, que se sirvió de las víctimas del terrorismo, dividiéndolas y abanderando su causa espuriamente durante años, las dejó tiradas en el homenaje del domingo en el Congreso»Ahora que los españoles de a pie debaten sobre playa o montaña, los líderes políticos conservadores optan decididamente por la segunda. La primera en echarse ... al monte fue la virreina de Madrid, arrogándose el monopolio de la libertad. Su influjo ha puesto nervioso a Pablo Casado, que ha radicalizado su discurso entre las caballerizas de Vox. El PP, que se sirvió de las víctimas del terrorismo, dividiéndolas y abanderando su causa espuriamente durante años, las dejó tiradas en el homenaje del domingo en el Congreso. Han roto el umbral de las herramientas que sirven para torpedear a Pedro Sánchez en sus múltiples frentes de Estado, una entidad de la que todos somos arte y parte. Critican los populares las políticas actuales de acercamiento de etarras a prisiones de Euskadi, olvidando los más de doscientos que Aznar y el alcanforado Mayor Oreja trasladaron durante su mandato, mientras ETA mataba como siempre.
Publicidad
El mismo Aznar que negociaba con la banda y que la calificaba de «movimiento de liberación nacional». El viernes pasado nuestra 'reina madre' arremetió contra los gobiernos socialistas de Zapatero y Sánchez, achacando su ascenso al poder mediante el uso de los atentados del 11-M y al apoyo de los separatistas, respectivamente, soslayando las falacias que profirió tras la tragedia, artífices tozudas del vuelco electoral que el electorado no pasó por alto. Aznar tutela a Díaz Ayuso, obviando a Casado, su entusiasta anterior pupilo, porque lo ve poco consistente.
Hoy los calificados como 'países frugales' europeos claman por aplicar ajustes pronto a los mediterráneos. Mientras los necios se emplean a fondo en arengar a sus mesnadas deslegitimando la voz del pueblo, la España realista y acuciada apuesta por jugar en otra liga.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión