Guetos modernos y estupidez
La aventura humana ·
«Las autoridades deben actuar con contundencia, destinando policías de paisano para acabar con tanta impunidad en los espacios públicos y aplicando multas implacables»Las guerras convencionales siempre se han librado aplicando gran número de efectivos y la tecnología más avanzada para lograr el objetivo de prevalecer sobre el ... contrario. Hoy hemos dado la vuelta a esa máxima y nosotros nos hemos convertido en nuestro propio enemigo. No son necesarias grandes contingentes de mesnadas; un solo individuo es capaz de poner de rodillas a un grupo social. Este virus nos ha enseñado la potencia de contagio y la facilidad con la que se propaga. Una sola persona puede desplegar en minutos una capacidad virulenta descomunal. El efecto multiplicador hace el resto, propagando la enfermedad con una velocidad abracadabrante.
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La irresponsabilidad de la subnormalidad en la que estamos incursos ha provocado que la gente más desahogada esté extendiendo el número de contagios de forma exponencial, desoyendo las recomendaciones en materia de seguridad sanitaria. Se reúnen en las terrazas sin mascarillas, no guardan el protocolo en las citas grupales y desairan la responsabilidad que les obliga como miembros de nuestra sociedad. Todos estamos expuestos a este tipo de vulneraciones, nos protejamos o no.
Ahora, sobre todo en determinadas zonas de Madrid, se quejan de que no toleran que sus barrios se conviertan en guetos. La falta de educación siempre se ceba con los más vulnerables, es cierto, pero pasan por alto qué los ha llevado a esta situación. A nadie le gusta ser tratado como un paria, aunque uno recibe lo que ha buscado. A Madrid le sucederán otras zonas de España. ¿Guetos? Etimológicamente, no. Las autoridades deben actuar con contundencia, destinando policías de paisano para acabar con tanta impunidad en los espacios públicos y aplicando multas implacables. Este es el lenguaje que entendemos los españoles.
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