Municipalismo, un proyecto de convivencia

Se comprenderá así por qué, en mi primera comparecencia ante las Cortes de Castilla y León el pasado mes de mayo, recordé aquel 13 de octubre de 824, cuando Munio Núñez, conde de Castilla, concedió la primera carta puebla de la Historia de España. Nacía entonces, en plena montaña palentina, en los mismos albores de la Monarquía española, un espacio público compartido regido por unas normas sencillas.

Hoy como entonces, esta tierra necesita actualizar, con ideas y energías renovadas, un proyecto de convivencia vertebrador del territorio, que revitalice ese proyecto colectivo y afronte los desafíos del presente. En este contexto, cobra especial significación la acción política en las materias competencia de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, que tengo el honor de dirigir.

En aquella comparecencia en las Cortes de Castilla y León también manifesté nuestro compromiso con el conocimiento. Lo hice, entre otras cosas, para abordar los orígenes del español y del municipio, como elementos clave de nuestra realidad histórica y de nuestras prioridades políticas en la actualidad.

Porque este compromiso con el saber científico y su difusión alcanza todas nuestras líneas de actuación en materia de cultura, turismo y deporte. Buen ejemplo de ello es uno de los principales legados culturales de nuestra Historia, el Camino de Santiago. Como principal vía cultural y espiritual de Occidente durante el último milenio, el Camino Francés ha tenido un magnífico impacto en los pueblos y ciudades a su paso. Ha sido y sigue siendo un potentísimo elemento de transformación urbana. Su conocimiento merece una mejor difusión, tanto por su dimensión cultural y patrimonial, como por la turística. Todas ellas perfectamente compatibles y enriquecedoras y requieren tanto la cooperación entre administraciones, como el impulso de las iniciativas nacidas del tejido emprendedor y asociativo más ligado al territorio.

Prueba de ello ha sido la firma de un convenio con la asociación Camino Francés Federación, que permitirá contar con un mejor conocimiento y diagnóstico de las necesidades de la ruta jacobea, lo que redundará en una más eficaz promoción y potenciación turística de la misma.

Cuando se habla de conocimiento, es imprescindible una permanente interlocución con la universidad. Así lo hacemos, por ejemplo, al colaborar con la Universidad de Valladolid en distintas iniciativas, como el máster de habilidades para la gestión del patrimonio cultural, que promovemos con el fin de incorporar las tecnologías más innovadoras en la gestión del patrimonio cultural.

Esto se une al proyecto preventivo que, con esta misma universidad, desarrollamos para procurar un programa de inspección y planificación de mantenimiento de los bienes de interés cultural de Castilla y León. En esta línea y en colaboración con los municipios, trabajamos para programar de forma anticipada las acciones para la conservación de los bienes culturales, así como para facilitar el acceso y disfrute de los mismos.

Las actuaciones en materia de cultura, turismo y deporte permiten una mejora significativa de la calidad de vida de las familias y, además, son eficaces herramientas para el emprendimiento en los municipios rurales, que merecen particular atención. Así lo pretendemos a través de la amplia batería de medidas desplegada en los últimos diez meses, como las acciones de fomento de la calidad de la oferta turística, que incluyen el relanzamiento de la marca Posadas Reales, o la financiación de proyectos de ampliación y diversificación de la oferta cultural en áreas no urbanas, para promover la dinamización de la creación cultural en el medio rural.

Todo ello y mucho más integra un proyecto que responde a la misma idea que alumbró al municipalismo español: atender juntos las necesidades reales de todos.