La campaña sí importa. ¡Vaya si importa! Más aún después de que la encuesta del CIS, que suele ser la madre de todos los sondeos ( ... esta vez 7.131 entrevistas, más que nunca en Castilla y León) se haya plantado frente de los demás estudios demoscópicos privados y sitúe por delante al PSOE. Temblor de piernas en los cuarteles del PP, donde los 'sobraditos' Egea boys (Teodoro García Egea, secretario nacional del PP, que ha tejido para Pablo Casado una red de adeptos basada en dirigentes sin experiencia, captados con escaños públicos) ya habían puesto el espumoso a enfriar. No por la victoria aquí, no; ellos tienen la cabeza en Madrid. Para ellos las elecciones de Castilla yLeón son el primer paso de la llegada de Casado a la Moncloa, con el consiguiente reparto de ministerios llenos de altos cargos en los que seguro 'pillan' algo. Pero con el CIS se les ha helado la sangre. Aunque no le guste lo que dice, a Alfonso Fernández Mañueco no le viene mal el estudio del CIS: es la única manera de que todo su partido esté movilizado hasta el mismísimo 13-F, incluidos los 'sobraditos' Egea boys. El PP mantiene su objetivo: sumar más que la izquierda; 35 escaños, un éxito y 37, un triunfo. Al resto de los mortales, ante el CIS de Tezanos nos toca esperar y escuchar a los que saben. Este cronista hará caso a Narciso Michavila, presidente de GAD3, quien tras conocer el contenido dijo: «La peor estimación de la historia del CIS en Castilla yLeón. Guardad esta estimación». Eso sí, con la horquilla que el CIS da al PSOE de Luis Tudanca, 25 a 34 escaños, seguro que Tezanos acierta. ¡Hasta un niño lo haría! Aunque hay que preguntarse si con 7.131 encuestas no era posible afinar más. «Guardad esta estimación», recomienda Michavila. Guardada está.
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Tanto importa la campaña estrenada en la medianoche del jueves que cualquier patinazo, cualquier reiteración, cualquier mensaje deficientemente emitido, cualquier gesto inadecuado, cualquier sobrada de propios y ajenos, cualquier mirada mal interpretada o cualquier palabra no emitida a tiempo pueden convertirse en esenciales. Y en todo ello, los dos debates televisados –el primero, mañana, pendiente de si se aplaza por el positivo covid de Francisco Igea; el segundo, de momento, preparado para el miércoles 9– van a ser trascendentales. Unas elecciones como estas, con todos los focos mediáticos de España puestos en Castilla yLeón, harán que esos debates, se celebren cuándo y cómo se celebren según disponga el coronavirus, tengan una importancia galáctica, aunque seguro que luego se dirá que nadie los ha visto. Pero con estas emisiones pasa un poco lo que con programas como 'Sálvame', 'Gran Hermano' o 'La Isla de las Tentaciones': todos dicen que no los ven, pero todos conocen los avatares de sus protagonistas.
Esos debates van a ser dos emboscadas tres a tres (PP, PSOE y Cs; la normativa regional solo deja participar a los candidatos de los partidos que tienen grupo parlamentario propio) y se desarrollarán a cara de perro, pero no van a tener dentro a quienes tendrán la última palabra a partir de que se cuenten los votos el día 13: Vox, Podemos, UPL, Por Ávila, las candidaturas de la España vaciada... Todos éstos decidirán, de cumplirse la única certeza que existe en este momento: ni PP ni PSOE están en condiciones de liderar en solitario el futuro Gobierno de Castilla yLeón. Por eso, ninguno de los partidos y sus candidatos tiene algo ganado y ninguno da nada por perdido; eso sí, todos están atenazados por la incertidumbre. ¡Cuánto no agradecerán el día de mañana intervenir estos días con mascarilla! Así no se les ven sus gestos de preocupación.
Y, por cierto, con tanta incertidumbre y lo que hay en juego, ¿alguien se cree que no van a estallar en campaña casos raros, emboscadas de esas que dejan tieso al afectado con material imposible de rebatir en poco tiempo? La campaña sí importa. ¡Vaya si importa!
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