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Trabajos de lucha contra el fuego en Porto (Zamora) el 26 de agosto. El Norte

Riesgo de bochorno político

El mayor error para prevenir catástrofes como los incendios sería desviar la lucha contra el cambio climático al estéril campo de la polarización

El Norte

Valladolid

Martes, 2 de septiembre 2025, 07:34

Pedro Sánchez ha situado en primera línea de su agenda el pacto de Estado contra el cambio climático, aunque la mejor noticia que su Gobierno podía confirmar en este reinicio del curso ha sido dar por finalizada la ola de devastadores incendios que ha mantenido en vilo a medio país. Lo más desalentador de esta sucesión de fuegos sin precedentes fue comprobar la falta de voluntad de partidos y administraciones para concentrarse en las tareas de extinción y evitar enredarse en trifulcas estériles, mientras las llamas devoraban parajes de alto valor ecológico y agrícola, pese a los denodados esfuerzos de las brigadas a riesgo, incluso, de sus propias vidas.

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El rastro de cenizas que deja este desastre medioambiental, saldado con cuatro muertos, 40.000 personas evacuadas y 300.000 hectáreas calcinadas, debería ser motivo más que suficiente para mejorar la prevención, la planificación y la capacidad de respuesta desde el máximo consenso. Solo así se podrán atender con garantías las llamadas de auxilio que han lanzado durante la catástrofe la España vaciada, sumida en una fuerte crisis demográfica, y la más rural, cuya contribución al progreso va mucho más allá de ser una mera productora de bienes básicos de consumo para las ciudades. No reconocer la profundidad y amplitud del problema para corregirlo aboca a los partidos a un nuevo bochorno político tras haber aireado su incapacidad pública.

En realidad, no deberían ser obstáculos insalvables las discrepancias expresadas por Gobierno y PP en torno a las medidas y ritmos más adecuados para frenar la crisis climática, si como parece hay un acuerdo suficientemente transversal y mayoritario sobre el cambio y las cada vez más extremas olas de calor. Pero sería poco menos que una ingenuidad luchar contra el calentamiento global sin introducir rectificaciones efectivas, dejando su respuesta poco menos que en manos del aire acondicionado como plantea con sarcasmo el negacionismo, en vez de afrontar una descarbonización progresiva y a fondo de nuestro modo de vida. Para lograrlo, es imprescindible no contaminar este debate con la polarización que agita la política. Desterrarla del pacto climático como defendió ayer Sánchez ayer supone plantarse frente a los descreídos sin pensar en el coste electoral. Pero también renunciar a cualquier uso partidista del mando y, con ello, a indecorosos mensajes del tipo 'si necesitan ayuda, que la pidan'.

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