Modernizar la jubilación activa
La sostenibilidad de los sistemas de pensiones exige su renovación para hacer atractiva la prolongación de la vida laboral
El gobierno federal alemán acaba de aprobar un proyecto de ley sobre la jubilación activa que aporta importantes ventajas fiscales, económicas y laborales para los ... pensionistas que opten por compatibilizar su situación de jubilados con una actividad laboral retribuida. El Ejecutivo de coalición de conservadores y socialdemócratas persigue descargar las cajas sociales y aliviar la falta de mano de obra especializada, aprovechando el potencial laboral de trabajadores aunque hayan cumplido ya la edad reglamentaria de jubilación. La principal novedad del proyecto de ley que entraría en vigor el próximo 1 de enero es que los 2.000 primeros euros que ingresen estos jubilados activos estarán libres de impuestos, sin dejar de cobrar la totalidad de su pensión de jubilación mensual. Este importante incentivo supondrá, en una primera fase, una merma de ingresos para las arcas públicas pero como los pensionistas activos siguen obligados a cotizar a la seguridad social, los sistemas sociales también se benefician de la bonificación. Según las previsiones gubernamentales uno de cada cuatro nuevos jubilados aceptará la oferta de pensión activa lo que permitirá, gracias al mecanismo implementado, aliviar la carga de los sistemas sociales, combatir la escasez de mano de obra y adecuar la vida laboral a la economía germana.
La urgencia de encontrar un equilibrio entre las necesidades laborales de una economía que pierde mano de obra especializada cada año y los derechos de los trabajadores a una jubilación atractiva, no es únicamente un problema de la locomotora alemana sino que afecta a la mayoría de los países europeos. En España, desde el pasado mes de abril, entró en vigor la nueva reglamentación que permite compatibilizar el cobro de un porcentaje de la pensión con la realización de un trabajo por cuenta propia o ajena. Sin embargo, la carga fiscal de esas percepciones y la limitación de ingresos complementarios, no hace suficientemente atractiva la oferta a muchos pensionistas. La sostenibilidad de los sistemas de pensiones exige su renovación y modernización so pena de alargar la edad del retiro a los 70 años. Los problemas que pueden generar los modelos de jubilación activa, flexible o demorada, con empresarios reacios a contratar trabajadores mayores o la dificultad de incluir trabajos de gran desgaste mental o físico, no deben ser obstáculo para modernizar y hacer atractiva la prolongación de la vida laboral.
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