Editorial: Esperanza en Oriente Próximo

El pragmatismo se impone en la región con el pacto entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, que abre la puerta a retomar el diálogo

El Norte

Valladolid

Lunes, 17 de agosto 2020, 07:46

El pragmatismo perece imponerse en el Próximo Oriente. El descarado presidente Trump, que primero abrió la caja de los truenos en la región al reconocer ... la capitalidad judía de Jerusalén, negada durante 70 años, y ahora se disponía a aceptar la anexión por Israel de buena parte de Cisjordania, lo que constituía la amenaza de una nueva y peligrosa convulsión en la zona, ha auspiciado un acuerdo de paz entre Israel y Emiratos Árabes Unidos (EAU) que supone la cancelación de la prevista anexión israelí. Después de todo, Benjamín Netanyahu y Mohamed Bin Zayed no harán más que reconocer una relación solapada que dura ya treinta años y que ha sido unas de las claves secretas de la evolución del problema palestino. Israel mantiene desde 2015 una oficina de representación en Abu Dhabi y ha sido invitado a participar en la Exposición Universal prevista en Dubái el año que viene. Y la colaboración sanitaria contra la pandemia entre Israel y Emiratos ha sido notoria e intensa.

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Habrá que ver qué países del Golfo siguen los pasos de EAU; de momento, Egipto ha celebrado la iniciativa emiratí de «detener la anexión israelí de tierras palestinas». En cualquier caso, el acuerdo suscrito supone el fin de la vigencia del plan de paz planteado por Arabia Saudí hace unos veinte años, basado en la clásica transacción: reconocimiento del Estado judío a cambio de poner fin a la ocupación de territorios palestinos en 1967. No faltan los analistas que sugieren que la amenaza de ocupación de Cisjordania alentada por Trump con su plan presentado en enero no era más que una añagaza para lograr lo que finamente se ha conseguido: ventajas para Israel a cambio de no formalizar una anexión nunca planteada en serio.

El plan que ahora echa a andar ha descolocado lógicamente a Irán, que, pese a su enfrentamiento con los suníes, participaba del consenso de no establecer relaciones con Israel hasta la creación de una Palestina soberana. La posición iraní está siendo secundada por el turco Erdogán, quien critica la escasa empatía con los palestinos de quienes ahora pactan con su enemigo tradicional. La ONU, por su parte, ha celebrado este tercer acuerdo de un estado árabe con Israel, tras Egipto y Jordania: para António Guterres, se trata de «una oportunidad» para retomar el diálogo israelo-palestino. Los palestinos, por su parte, han protestado sin entusiasmo, conscientes de que esta vía emprendida por Trump no diferirá demasiado de la que aplicará Biden si finalmente se impone el demócrata en las urnas.

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