Antonio de Torre

Editorial: Empleo y pandemia

El coste laboral del coronavirus y el confinamiento ha sido el más alto de la historia; los rebrotes dificultan su recuperación

El Norte

Valladolid

Miércoles, 29 de julio 2020, 08:20

La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre del año arrojó una pérdida de casi 1,1 millones de empleos, un dato sin ... precedentes en la serie estadística que deja el número de ocupados reducido a 18,6 millones de personas. Esta pérdida de ocupados viene derivada de las restricciones de movilidad y la paralización parcial o total de muchas actividades económicas durante el periodo de confinamiento. En realidad, la cifra podía haber sido mucho peor si no se hubieran adoptado medidas como los ERTE que han contenido la destrucción de puestos de trabajo durante la hibernación. El dato de la EPA que mejor explica lo ocurrido es el de las horas trabajadas cada semana, que se ha reducido un 22,5% y que incluye tanto la destrucción de empleo como la reducción de jornada de una parte de los trabajadores.

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El número de parados no es expresivo en esta ocasión de la situación porque para considerar 'parado' a un trabajador este ha de encontrarse en búsqueda activa de empleo, lo que no sucedía en pleno confinamiento. Así las cosas, el desempleo del 15,3% (3,37 millones de parados) es irreal. El impacto del virus y el confinamiento ha provocado que muchas personas hayan pasado del empleo a la inactividad, abandonando la búsqueda de trabajo.

El más de un millón de empleos destruidos en el trimestre representa un deterioro del mercado laboral sin precedentes en la serie histórica de la EPA, y eso que no incluye los afectados por un ERTE, figura que ha amortiguado el golpe. De hecho, más del 64% de los trabajadores en ERTE ya se han reincorporado a su puesto de trabajo, eso son 2,2 millones de personas. Es cierto que el segundo trimestre ha sido el de los peores meses de la pandemia. Sin embargo, los rebrotes que se están produciendo no permiten ser muy optimistas respecto a la recuperación económica porque retraen el consumo y la demanda, y el sector turístico, auténtico motor de empleo, saldrá muy dañado esta temporada. Hay que mantener el apoyo al mercado laboral, tanto a empresas como trabajadores, mediante medidas consensuadas a través del diálogo social. Y, lo más importante, controlar los brotes de coronavirus, reforzar el sistema sanitario –no es de recibo que la sanidad española afrontara el covid con 3.900 trabajadores menos que los que había al comienzo del año–. Hay que concentrar los esfuerzos para contener la regresión actual.

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