Política chascarrillo: de las zapatillas de Puente a los papeles de Igea
En una política de zapato castellano, el diputado del PSOE hizo su discurso con unas 'sneakers' que podrían convencer a los de la agenda 2030 y a los de la agenda España, pero ni por esas
Tenía Luis Tudanca (PSOE) unos zapatos de gamuza azul, a lo Carl Perkins y su 'Blue suede shoes'. «Puedes derribarme, pisarme la cara. Calumnia ... mi nombre por todos lados. Haz cualquier cosa que quieras hacer. Pero cariño, deja mis zapatos de gamuza azul». O quizá más con la versión de Moris. «Mañana muy temprano voy a trabajar. Hay lío en la oficina con el jefe principal. Bailé un rock and roll y me quisieron echar. Pero lo que nunca lograrán es pisarme mis zapatos de gamuza azul».
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Alfonso Fernández Mañueco es de los clásicos. Mocasín negro. En realidad, como todo el equipo de Gobierno autonómico por parte del PP. Borja Sémper solo tira de zapatilla fuera del Congreso, o incluso descalzo si le toca rodar Verano Azul en un escenario de cartón piedra, pero en el hemiciclo toca zapato marrón con cordones, por ejemplo. Juan García-Gallardo, de Vox, busca el aire juvenil con la combinación de colores chaqueta-pantalón, pero de zapatos, mocasín con lazo incluso cuando está fuera de las Cortes.
En una política de zapato castellano, Óscar Puente hizo su intervención estelar en el Congreso, su debut, en una sesión de investidura del rival nada menos, con zapatillas. Y ese detalle, visible solo cuando bajó las escaleras, con el plano abierto, porque en el atril todos los ternos son azules, también recibió su parte de crítica en redes sociales e incluso en alguna tertulia televisiva afín a Vox. En uno de los lances tuiteros habituales en los que se ve envuelto el diputado y ex alcalde, Puente replicó a alguien que le echaba en cara la indumentaria poco adecuada al contexto. «Son Yuccs. Las estrenaba ese día. Son 100% sostenibles. Lana Merino. Piel de uva. Fabricadas en España. No he calzado jamás nada más cómodo. Me cautivaron cuando se las vi a su Majestad, el Rey Felipe VI, al que seguro admiras tanto como yo. Saludos», respondió.
El mensaje navegó hasta llegar a la empresa, donde una vallisoletana, Ana Plaza, se encarga de las relaciones con los medios. «Somos una marca mallorquina fundada por Pablo Más (34 años) y con productos 100% local, innovación, compromiso local y comodidad como pilares de la firma», explica. Fabrican en Elche con materiales como la lana merina, la piel de uva y el bambú, añade. En ese contexto, congeniarían con el PSOE o Sumar, incluso con el PP, por la agenda 2030, pero también con Vox, que tiende económicamente al proteccionismo.
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Así que la pregunta es: ¿se pueden llevar zapatillas al Congreso? Hasta Pablo Fernández (Unidas Podemos), amigo de la ropa cómoda y habituado a las zapatillas en entornos menos formales, tira de zapato, aunque más 'casual'. «El 70% de la población tiene problemas de pies, quizá [Óscar Puente] necesitaba un zapato cómodo», aventura Plaza. Y advierte de que «la democratización de la zapatilla está a la orden del día, puedes llevar un traje con zapatillas si son elegantes, si quedan bien». Una imagen 'político moderno', vaya. Resulta que las 'sneakers', ese calzado que aspira a la versatilidad de un zapato sin necesidad de lustrar la piel y a ser zapatillas sin tener que pisar una cancha deportiva, están de moda. «Han ganado cuota de mercado desde la pandemia», concluye Plaza.
Por lo que toca a la marca, Yuccs, están encantados con la defensa que Óscar Puente hizo del producto en Twitter. Más ahora que ha subido más de 12.000 seguidores entre el antes y el después de su discurso. ¿Han subido las visitas a la web? Pues no hay datos aún, dicen. Habría que verlos para saber si ha ascendido a 'influencer' o se ha quedado en 'trending topic'.
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Igea, el ex de Ciudadanos, pero aún no
Ha sido un chascarrillo político en una semana muy solemne en Castilla y León, con el debate del estado de la comunidad. Pero no ha sido el único. Francisco Igea, que es más de zapato cómodo y resistente, tira de carpetillas y tarjetones de Ciudadanos en las Cortes, a pesar de que pende sobre él la expulsión del partido. O de lo que queda de un partido que tendrá que presentarse a las elecciones europeas sin haberse presentado a las elecciones nacionales. ¿Conciencia medioambiental, mejor reciclar que tirar y comprar material nuevo? ¿Está en proceso aún el logo de Nexo, la plataforma de la que forma parte con otros ex naranjas? ¿O sigue en Ciudadanos? Pues de momento, parece ser que Igea «aún» es miembro de Ciudadanos. «Hasta el día de hoy no hay comunicación formal», explica el procurador que ejerce como anunciado epílogo de Ciudadanos en la política regional y casi nacional.
Gema Villarroel y Carlos Pérez Nievas, cargos autonómico y nacional de Ciudadanos, vinieron a Valladolid a informar del expediente de expulsión de Igea y recordar que debería entregar el acta de procurador. En la lista por la que obtuvo el escaño, sin embargo, el número 2 era Miguel Ángel González, hoy asesor del PP en la Junta, y el número 3, José Miguel García, hoy alejado de la política. El asiento, según parece, iría para el número 6, Luis Manuel Torres, siempre y cuando los cuatro siguientes a Igea renunciaran explícitamente al escaño, que lleva aparejado un sueldo de portavoz a compartir a tiempo parcial con Pablo Fernández. Aunque de momento, Ciudadanos aún tiene su escaño, como demuestran las carpetillas. Lo defiende Francisco Igea.
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