Ejemplares de El Norte de Castilla de esta misma semana. EL NORTE
La carta del director

Tordesillas y nuestro 170 aniversario

La corporación municipal ha decidido retirar a una sala cultural el nombre del diario decano de España, honor que le fue concedido diez años atrás, en su 160 aniversario

Ángel Ortiz

Valladolid

Domingo, 21 de enero 2024, 00:10

Este año El Norte de Castilla cumple 170 años. La nuestra es, como reflejan los libros de historia, la cabecera de prensa diaria más antigua de España. Representa un honor y un desafío formar parte de una institución periodística de esta envergadura, que ha sido dirigida por Delibes, por Jiménez Lozano, Altés, Alba, Royo Villanova, Cossío, De Pablos…

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A lo largo de tantos años, este diario, impulsado por el esfuerzo y talento de miles de personas, ha tenido épocas mejores y peores, aciertos y errores. Pero, como expresé en junio de 2021 en mi comparecencia ante la comisión de investigación creada en Las Cortes de Castilla y León sobre la financiación y los planes de medios de la Junta, este medio «ha conocido el reinado de seis monarcas, de una regente, ha vivido una revolución, dos repúblicas, una guerra civil, una dictadura. Cuando se edificó el edificio del Ayuntamiento de Valladolid, ya existía El Norte; cuando llegó el tren a Valladolid, ya existía El Norte; cuando nació el PSOE, el partido más antiguo de España, El Norte ya celebraba su veinticinco aniversario. Su historia es la historia de un proyecto periodístico empeñado en defender la libertad de prensa y de opinión, en satisfacer el derecho de la sociedad a conocer la actualidad de interés general y en cumplir con el papel de contrapeso crítico de cualquier poder».

Hoy, además de a través de sus ediciones en Valladolid, Palencia y Segovia, ofrecemos servicios informativos desde distintas marcas digitales. En León, con Leonoticias; en Burgos, con Burgosconecta; y en Salamanca, con Salamancahoy. En total, somos 80 informadores y decenas de fabulosos profesionales en áreas imprescindibles para hacer sostenible y rentable toda la organización: Comercial, Marketing, Distribución, Suscripciones, Gerencia, Recursos Humanos…

Por desgracia, cada día cuesta más trabajar sin trabas externas ni acosos en un medio de comunicación que, como este, es histórico, equilibrado, protector voraz de las libertades individuales básicas, respetuoso con las instituciones y fiel defensor del imperio de la ley y la ética social, que huye del sectarismo, que pretende convertirse en una plaza donde encontrarse, no en la que chocar y enfrentarse. Eso sucede, las trabas, porque lo que hay fuera son referentes colectivos, políticos en su mayoría, que favorecen la exclusión, la polarización extrema y la militancia como receta para todo.

El último caso lo tenemos muy cerca. Hace diez años, cuando El Norte cumplía 160, el Ayuntamiento de Tordesillas inauguró una sala con su nombre. «Por ser el altavoz de todos los acontecimientos culturales, sociales, políticos, deportivos y festivos durante los últimos 160 años», el Ayuntamiento de Tordesillas -decía una información del momento- inauguró anoche de manera oficial la Sala Cultural El Norte de Castilla, que estará a disposición de todos las asociaciones culturales y deportivas que se organicen y desarrollen en la localidad a lo largo de todo el año».

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Esta semana, la Corporación municipal de la villa del tratado ha tomado la decisión de revertir esa valiosa concesión y llevar a pleno la retirada del nombre de nuestro diario a dicha sala. Las razones pueden ser las que estimen el alcalde (del PP) y sus concejales, que disponen de mayoría y por tanto se aplican libremente en su derecho a tomar este tipo de decisiones, exactamente igual que hace una década otro alcalde y otra corporación (del PSOE). En realidad, las siglas son lo de menos. Lo llamativo es lo que sintomatiza, cómo crece el empeño que se pone en domeñar a los medios de comunicación cuando no publican lo que deben, cómo la dirigencia política aprovecha la mínima oportunidad para lanzar a la ciudadanía contra esos mismos medios, señalados cotidianamente. A pesar de que abanderar bullas, aunque sea virtuales, implica el riesgo de terminar perseguido por esas mismas bullas.

Conviene recordar que en Navidad, a raíz de una polémica sobre la instalación y retirada de unas luces festivas en las calles de Tordesillas, el actual alcalde, Miguel Ángel Oliveira, publicó en una red social un largo argumentario contra El Norte de Castilla y lo que consideraba un 'bulo': «Es lamentable la poca ética periodística que se ha mostrado con el municipio de Tordesillas con el tratamiento de esta noticia». Curiosamente, uno de los comentarios al texto de Oliveira, de un perfil que responde a la identidad de Alberto Gavilanes, se expresaba con profético acierto: «Pero seguís manteniendo el nombre de una sala de exposiciones municipal con el nombre Norte de Castilla. A qué esperáis a quitarla». Dicho y hecho. El motivo esgrimido es peregrino donde los haya: «Teniendo en cuenta que el 90% del uso que se le da a esa sala actualmente es un uso empresarial, y ante la necesidad de que el Ayuntamiento cuente con un espacio para que las empresas celebren reuniones para recibir asesoramiento y apoyo institucional, hemos entendido que no puede seguir teniendo el nombre de una empresa única».

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Yo no he sido nunca alcalde, pero he hablado con muchos y muchas de todos los colores desde hace por lo menos veinte años que llevo trabajando en puestos de responsabilidad en una redacción. Por eso los sé diferenciar y me atrevo a decir que los hay de dos clases, básicamente, cosa que aplica a todos los partidos. Están los que piensan en grande y los que piensan en pequeño. Los que piensan en grande y tienen altura tratan, desde la autoridad que les concede la ciudadanía, de calmar, acordar, pactar, arreglar, conciliar, unir, sumar, ceder, etc… Los pequeños se afanan en lo contrario. Porque para exagerar, chocar, estropear, dividir, restar, acusar y exigir no se necesita ni un argumento ni una idea, solo testuz, prejuicios, pretextos y una pizca de rencor o de odio expuestos ante el tumulto.

Los vecinos, los buenos vecinos, los que no son forofos de unos ni de otros, los que usan la cabeza, acaban distinguiendo. Nos critican constructivamente. Atendemos y aceptamos sus críticas. Pero saben diferenciar lo pequeño de lo grande, lo importante de lo coyuntural, el trigo de la paja. Por eso El Norte de Castilla sigue vendiéndose más que ningún otro diario en Valladolid y, por supuesto, también en Tordesillas. Sigue teniendo suscriptores, anunciantes y proyección como ningún otro. Aunque nos equivoquemos, que lo hacemos como cualquiera. Aunque no siempre lleguemos adonde nos gustaría. Aunque haya veces en las que la falta de recursos nos impida cumplir con nuestra función.

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Eso no es falta de ética. En todo caso, es parte de la labor humana que caracteriza nuestro papel desde hace 170 años. Falta de ética, habría que ver si no directamente un fraude, es contratar con dinero público publicidad en medios a los que, además, se les encarga labores de portavocía ante otros medios.

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