El buen juez Sancho Panza
Las «leyes Bolaños» dejan en entredicho la forma de obtener una plaza en la judicatura
La mayor parte de las asociaciones de jueces y fiscales han convocado 'huelga' en contra de los proyectos para la reforma de la Justicia anunciados ... por el actual ministro Bolaños. Paradójicamente, jueces y fiscales todavía están en un limbo legal o vacío en lo que se refiere a su derecho de huelga. Una situación que debiera regularse cuanto antes, pues los ciudadanos sin duda preferimos que los fiscales y los jueces no estén en ningún tipo de vacío ni de limbo.
Las 'leyes Bolaños' tienen contenidos muy variados, con los que se puede estar a favor o en contra según los criterios técnicos y la perspectiva política e ideológica que se adopte. No debemos olvidar que las ciencias jurídicas en particular, y las ciencias sociales en general, tienen un alto componente de interpretación que las diferencia de las ciencias empíricas o experimentales. Estas también necesitan de la interpretación, como toda cognición humana, pero en un grado o nivel muy distinto al de las ciencias sociales.
Los jueces y fiscales que pertenecen a las asociaciones llamadas 'progresistas', que son minoritarias, están de acuerdo con la mayor parte de los contenidos de las 'leyes Bolaños'. Sólo ponen objeción al modo previsto para que los sustitutos accedan a la titularidad de las plazas en condiciones más ventajosas que las de los titulares por concurso-oposición. Lo que supondría una vulneración del principio de igualdad y mérito habitualmente respetado en la función pública democrática.
Las mayoritarias asociaciones llamadas 'conservadoras', convocantes de la 'huelga', además de esa vulneración de la igualdad detectan un intento por adoctrinar y seleccionar a jueces y fiscales. Por dos vías: promoviendo centros públicos de formación, e incrementando el acceso por el 'cuarto turno' sin realizar concurso-oposición. Con unas pruebas más fáciles en cuanto a exigencia formativa jurídica, y que permiten cierta selección ideológica de los candidatos (al incluir casos prácticos, cuyo inevitable componente de valoración subjetiva por parte del tribunal selectivo es de sobra conocido). En la selección de médicos mediante examen MIR, por ejemplo, los casos prácticos están incluidos en preguntas de tipo test que tienen una valoración objetiva igual para todos.
Cuando el «gran Sancho Panza» llegó para tomar posesión como gobernador, y por tanto como juez, de la ínsula Barataria, fue recibido por sus habitantes con campanas de júbilo. La comitiva se dirigió primero a la iglesia para la jura del cargo, toma del bastón de mando y promesa de buen cumplimiento.
«Finalmente, en sacándole de la iglesia le llevaron a la silla del juzgado y le sentaron en ella, y el mayordomo del duque le dijo: Es costumbre antigua en esta ínsula, señor gobernador, que el que viene a tomar posesión desta famosa ínsula está obligado a responder a una pregunta que se le hiciere que sea algo intricada y dificultosa, de cuya respuesta el pueblo toma y toca el pulso del ingenio de su nuevo gobernador y, así, o se alegra o se entristece con su venida».
Le presentaron entonces los insulanos varios pleitos para que los juzgase, de cuyas sentencias dependía a su vez el juicio que todos iban a sacar de él. Como el caso del labrador desconfiado y el sastre listillo, que ante la porfía de uno por aprovechar al máximo el trozo de paño que le entregó para hacer una caperuza, hizo el otro cinco que sólo cabían en la punta de los dedos de la mano. O el del anciano que escondió los escudos que le habían prestado en una caña que llevaba como bastón. O el famoso caso de una mujer que defendió con más pasión la bolsa recibida que la honra que dijo le habían quitado. Tan admirados estaban y tanto gustaron a todos las sentencias dictadas, que nadie dudó en considerarle «un nuevo Salomón». Con honradez, sentido común y total independencia, Sancho Panza demostró ser un gran juez.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión