El PP pretende exhibir que «la capacidad legislativa» es suya
Toma la iniciativa ante «Consejos de Ministros vacíos» y cifra en 26 las veces que los socios de Sánchez se han dividido ante propuestas de los populares desde el verano
Hace muchos meses que la dirección del PP, acechado por la ansiedad de llegar a La Moncloa cuanto antes tras la honda decepción del 23- ... J, descartó promover una moción de censura contra Pedro Sánchez para perderla, pese a la presión periódica de Vox y de sectores sociológicos a los que se les hace poco menos que insoportable la permanencia del líder del PSOE al frente del país. Lo más que ha hecho Alberto Núñez Feijóo, sabedor de que un eventual acercamiento al Junts de Carles Puigdemont también inocula veneno entre su electorado, ha sido reiterar su disposición, plasmada en una entrevista con este periódico al comienzo de la legislatura, a intentar desbancar a Sánchez si su mandato «colapsa», si sus socios lo abandonan por sí mismos y con el compromiso de convocar inmediatamente después elecciones generales.
El estallido del 'caso Cerdán' que metió gasolina en junio a las investigaciones abiertas al exministro José Luis Ábalos y al hombre para todo de éste, Koldo García, animó las expectativas de los populares de que las causas por corrupción actuaran como acelerador de la salida del presidente, persuadidos, además, de que el tiempo jugaba a su favor. Antes del verano, todo parecía ser bueno para el convento: si Sánchez caía arrastrado por Cerdán, bien; si se alargaba la agonía también bien, porque mayor sería la brecha con un PP entonces henchido por el viento de las encuestas. Pero pasó el estío, Sánchez se aferró a la aparente tabla de salvación de asuntos sociales sensibles como Gaza o el aborto y el espumeo de la competitividad de Vox se disparó. «La pinza», en descripción de los de Feijóo, que encadenaron días frustrantes con la comparecencia en el Senado salvada por Sánchez y, sobre todo, con el enquistamiento de la 'crisis Mazón' hasta su forzosa renuncia.
El veto de Nogueras
Pero entre todo eso, Junts decidió hacer valer la llave de la legislatura que Sánchez le entregó. Y aunque los populares se mostraron incrédulos con el anuncio de ruptura de Puigdemont en Perpiñán –«Busca encarecer el precio»–, el veto a las leyes del Gobierno materializado este jueves por Míriam Nogueras en el Congreso ha incentivado la convicción en el primer partido de la oposición de que atesora hoy «mayor capacidad legislativa que el PSOE de Sánchez». O lo que es lo mismo: que cuenta con más opciones de hacer triunfante su programa en el escaparate del Congreso que el Gobierno el suyo. «Quedan 20 meses por delante huecos, vacíos, para el Consejo de Ministros», sentencian en Génova poniéndose en el supuesto de que el presidente agote su mandato.
Noticia relacionada
Mazón vuelve a encadenar a Feijóo a Vox
Los populares cifran en 46 las propuestas –entre proposiciones no de ley y mociones– que han sacado adelante en la Cámara baja en los apenas dos meses de este periodo de sesiones. Con un añadido: los socios de investidura han votado divididos 26 veces a iniciativas de Feijóo y los suyos. Éstos limitan los contactos con Junts a los grupos parlamentarios que lideran Ester Muñoz, por su parte, y Nogueras, mientras los soberanistas inciden en que las relaciones son malas. Pero por de pronto, el PP activa movimientos en el Congreso –como la proposición de ley para revalorizar las pensiones conforme al IPC con Presupuestos prorrogados– para anticiparse a un Ejecutivo ya en minoría formal y tender un puente a fin de que, en materias socialmente sensibles, los independentistas puedan consumar el paso de la bancada de los socios gubernamentales a la de la oposición en la que ahora se sitúa el partido de Puigdemont. «Es que lo anómalo –dicen en Genova– es que Junts haya promovido un Gobierno del PSOE con la extrema izquierda».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión