El fuego arrasa dos torres de viviendas en Valencia y deja diez muertos

La capital valenciana también tuvo este 2024 su particular 'coloso en llamas'. El 22 de febrero un incendio arrasó dos torres de 14 y 10 plantas –con un total de 138 viviendas– de un complejo residencial del barrio de Campanar. Diez personas murieron en la tragedia y más de cuatrocientas perdieron sus hogares completamente.

El fuego, de origen «fortuito» según la Policía Científica, se inició sobre las cinco y media de la tarde a partir de una fuga de gas refrigerante en el condensador de un frigorífico, en la cocina del apartamento 86 (octava planta) de la torre más alta, que en ese momento se encontraba vacío. Las llamas crecieron por el interior, reventaron una ventana, salieron a la terraza de la cocina y alcanzaron la fachada del inmueble. El revestimiento de la misma, con placas de aluminio que contenían un material sintético combustible, propició que el fuego se propagara con extraordinaria rapidez, favorecido por un efecto chimenea que devoró el edificio, también en su interior, en unas horas. El fuerte viento, con rachas de hasta 60 kilómetros por hora, agravó el siniestro y dificultó las tareas de extinción.

Los equipos de bomberos lograron rescatar a algunos residentes que permanecieron atrapados en sus balcones. Otros vecinos de los pisos más bajos salvaron la vida saltando a colchones de emergencia colocados por los servicios de extinción. Pero la enorme columna de fuego y humo atrapó a las víctimas mortales, que fallecieron intoxicadas y abrasadas.

La tragedia pudo haber sido mayor de no ser por la rápida actuación del encargado de la portería, que al comprobar que el edificio ardía fue puerta por puerta avisando a los vecinos y salvando a muchos de ellos.

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