Una Valencia 'con R de Rita', en cola para despedir a la 'eterna alcaldesa'

Con velas, flores, mensajes e incluso lágrimas, cientos de vecinos han aguantado esta fría tarde una larga cola frente al Ayuntamiento de Valencia para despedir a Rita Barberá, la "eterna alcaldesa" fallecida ayer, que consiguió "que Valencia se escriba con R de Rita".

Así lo ha manifestado a EFE Lidón, una de las últimas valencianas que ha podido acceder esta tarde al Salón de Cristal del edificio consistorial para dejar su mensaje de despedida en uno de los cuatro libros de condolencias municipales que el Ayuntamiento ha habilitado durante los tres días de luto oficial, que terminan mañana.

"Rita fue la más grande", ha asegurado a EFE John Hugo Onuah, que lleva dieciséis años en Valencia y trabajó con la exalcaldesa en la última campaña para las elecciones municipales de 2015, en la que "vivió momentos muy intensos" con Barberá, una persona a la que encontró "muy cercana" y que considera que "no se merecía el machaque que le han dado".

Tras el agente de Policía que ha cortado la cola al acercarse las ocho de la tarde, hora de cierre de las dependencias municipales, se ha quedado María Ángeles Sánchez, que ha pedido al alcalde de Valencia, Joan Ribó, que "ponga a disposición de todos los valencianos que quieren demostrar su gratitud un horario para hacerlo que no termine mañana a las tres de la tarde".

"Cuando murió Lola Flores se dejó a los ciudadanos entrar a despedirse hasta las diez de la noche", ha recordado Sánchez, que ha alabado la labor de una alcaldesa que "cogió Valencia como la cogió y la llevó a lo más alto del podio".

De su carácter, esta vecina de la capital destaca su "cercanía". "Aunque la veíamos desde detrás de la ventana del Ayuntamiento era algo nuestro, era Valencia", ha asegurado para lamentar también que, aunque Barberá quería "que Valencia fuera en primera clase", con el actual gobierno, la ciudad "ha vuelto a la bici". "Poner a la ciudad tan alta" fue, según Luis, que tampoco ha podido acceder al consistorio, lo que le granjeó "el odio y la envidia de muchos", lo que, a su juicio, "le ha costado la vida".

Así lo ha expresado también Ángeles, vecina del barrio de Torrefiel que relata que en varias ocasiones pudo hablar con la exdirigente valenciana, a la que se refiere como "la eterna alcaldesa". "Siempre que la veía por la calle la paraba y ella atendía a todo, y en la última campaña la vi y le dije: alcaldesa, Torrefiel también existe", recuerda Ángeles, que aunque dice no saber "si ella o quien iba con ella tomaron nota", asegura que, poco después, durante la campaña, Barberá visitó justo la calle de su casa.

Ángeles también ha destacado la implicación de la exalcaldesa en los actos de la ciudad, especialmente los religiosos. "Hoy, como católica, me encuentro huérfana porque no veo a ninguna autoridad en las procesiones", ha lamentado.

Otros, en cambio, destacan su gestión y su habilidad política, como Luis, que tiene claro que siete elecciones ganadas, cinco por mayoría absoluta, "no son una casualidad".

Una política "como no habrá otra", "una gran valenciana", "afectuosa" y "cercana": así la definen algunos de los cientos de vecinos que han pasado hoy por el consistorio, y que también han lamentado el "maltrato" hacia su figura en los últimos tiempos.

Entre exclamaciones de "Visca Valencia i visca Rita!", el altar civil improvisado en memoria de Barberá se ha ido llenando de fotografías, mensajes manuscritos "a la mejor alcaldesa que ha tenido la ciudad", estampas de la Virgen y ramos de rosas adornados con la Senyera como agradecimiento por parte de los vecinos de una ciudad que la exdirigente, aseguran "siempre tuvo en su corazón".

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