El Gordo se muestra espléndido con Salamanca y reparte 100 millones

La administración de lotería del centro comercial Carrefour de la Avenida Recoletos distribuyó 25 series –de la 137 a la 161– con un total de cien millones de euros, de los que 80 millones fueron repartidos en forma de distribuciones por la escuela de judo Seiza, en la calle Filipinas en El Rollo, aunque también se distribuyeron algunos números en ventanilla, según explicaron los responsables de este despacho de lotería,Fernando Petisco y Mercedes Micó, quienes abrieron las puertas de la administración con una reproducción en grande del número premiado.

El epicentro del jolgorio y de la alegría indescriptible fue la escuela de judo Seiza, donde se descorchaban botellas de champán cada vez que se acercaban hasta las puertas del gimnasio los vecinos agraciados. La familia Pérez, con cuatro hermanos y hermanas con sus respectivos cónyuges, sus niños y su madre, se llevó, nada más y nada menos, que un millón de euros, según relató una de las hermanas, quien confesó que «siempre jugamos al mismo número, el de la escuela de judo» y declaró que dedicarán a «tapar agujeros».

David y Victoria, una pareja con dos niños, ganó un buen pellizco de 130.000 euros. El número fue elegido «por casualidad» y se plantean también destinar el dinero a «tapar agujeros» y hacer un viaje. Victoria explicó que se enteró por whatsapp y que le «sonaba el número» cuando lo vio. Nunca antes habían ganado nada en la Lotería.

Una peluquería cercana a la escuela de judo también despachó unas 50 participaciones entre sus clientes, según explicó una de sus responsables, Sara. Por su parte, una vecina del barrio de Chamberí, Marisa, señaló que logró sus tres participaciones gracias a que su nieto acude a la escuela de judo desde hace siete años. «Todos los años jugamos el mismo número, pero nunca habíamos ganado un premio así». Yes que, en su caso, se trata de la nada despreciable cuantía de 180.000 euros. El director de la escuela de judo Seiza, Francisco del Valle, fue realmente quien llevó la suerte al barrio del Rollo, dado que su gimnasio distribuyó 80 millones en participaciones. Añadió que pese al premio, «no voy a cambiar nada. Mañana hay clase y los chavales ya lo saben. Todo sigue igual. Con más tranquilidad en la vida, pero todo igual. Aunque sean vacaciones, los niños vienen a las clases. Sólo paramos en los festivos». Tiene previsto invertir parte de la cuantía del premio en instalar un tatami de competición.

La escuela de judo lleva cinco años vendiendo el 26590. «Confiábamos en él y así se ha quedado», señaló. El madrugador Gordo le pilló «en la cama». «Me llamó mi amigo Andrés para que pusiese la tele y al principio pensaba que era broma, pero luego el móvil no ha parado de sonar y he visto que era cierto», relató. «Hemos repartido mucho dinero porque casi todos los décimos del número los teníamos nosotros», continuó.

Miguel Ángel Garrido fue otro de los agraciados. Su nieto acude a la escuela Seiza. Reveló que el número fue elegido al azar y que «toda la familia» lleva alguna participación del décimo y que «muchos harían falta en el mundo». Además, un militar español en misión en la Antártida y afincado enSalamanca también fue agraciado con el Gordo.

La suerte llegó a Ciudad Rodrigo gracias a los 30 décimos de un quinto premio, el 06293, que Verónica, residente en A Coruña, había traído de esa ciudad para repartir entre sus amigos de Ciudad Rodrigo y de Fuenteguinaldo. En el caso mirobrigense, muchas de esas personas están vinculadas al Barrio Nuevo y cuando conocieron la noticia estaban montando el Belén viviente. También se vendió por máquina un billete del tercer premio, 00750, agraciado con 500.000 euros, en la administración del centro comercial de Miróbriga.

También cayeron tres quintos premios. El número 6.293 se vendió en Cabrillas; el 66212 en la capital (paseo de San Vicente, 50) y en la plaza Nueva de Peñaranda de Bracamonte; y el 74770 en Salamanca capital (cale Prior, 8) y en Macotera.