Ingresan en prisión tres detenidos por la brutal agresión a los dos policías locales

Si en un primer momento la Policía Nacional procedía a la identificación y detención de al menos uno de los agresores que en la madrugada del pasado viernes propinaron una brutal paliza a dos agentes de la Policía Local en León, en la tarde de este jueves han sido otros dos los acusados que van a prisión.

El primer detenido pasaba a disposición judicial decretándose a continuación su ingreso en prisión, según fuentes policiales, en un proceso que han seguido también los otros dos detenidos, según han informado a leonoticias fuentes policiales.

La investigación se mantiene abierta con el fin de proceder a la localización de la decena larga de agresores a quienes se vincula a la venta ambulante en la ciudad y que serían conocidos por su actividad en diferentes mercadillos de la provincia.

Los agentes de la Policía Local de León sufrieron en la madrugada del pasado viernes una brutal paliza en el transcurso de una intervención que inicialmente se preveía 'ordinaria'.

Los dos agentes agredidos se mantienen de baja y evolucionan favorablemente de sus heridas, que precisaron de varios puntos de sutura en ambos casos.

Uno de los agentes sufrió lesiones en sus brazos y cabeza, antes de quedar semiinconsciente, y su compañero perdió dos piezas dentales durante los minutos en los que fueron apaleados. Ambos rechazaron, pese al peligro para sus vidas, el uso de las armas reglamentarias ante el temor a que hubiera un efecto de 'bala perdida', según han relatado a sus compañeros.

Todo sucedió en la madrugada del pasado viernes cuando los agentes fueron reclamados por vecinos residentes en la Avenida Antibióticos de León, a la altura del número 24, ante la existencia de un elevado número de personas en una terraza de un local público.

Según los requirientes ese grupo de personas no respetaba las medidas de seguridad paralelas a la pandemia sanitaria, no utilizaban mascarillas y se encontraban 'animados' por música a un elevado volumen.

Personada en el lugar la patrulla los agentes, pertenecientes a la Brigada Especial, comprobaron in situ que la información facilitada por los denunciantes se correspondía con la realidad por lo que solicitaron a los presentes, en su mayoría de etnia gitana, que normalizaran la situación.

Ese requerimiento derivó inicialmente en insultos a los agentes y en una actitud agresiva que llevó a solicitar la identificación de algunos de los presentes.

La acción policial derivó en una agresiva respuesta por parte de entre 12 y 14 personas quienes agredieron a ambos agentes de forma premeditada, inicialmente por la espalda, lo que hizo inútil los intentos de los policías por utilizar sus defensas reglamentarias.

Finalmente los agresores abandonaron el lugar ante la llegada de nuevos efectivos policiales mientras que los policías fueron trasladados al Hospital de León.