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Vecinos desalojados en La Bañeza. L. G.
Desalojos en los incendios de León

«Era un infierno, solo veíamos oscuridad y cenizas»

Los vecinos de La Bañeza se vuelcan con los afectados por el incendio, atendiendo a un total de 1.200 personas el martes, 12 de agosto

Miércoles, 13 de agosto 2025, 16:58

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Cansancio. Las caras de los bañezanos muestran cansancio. Tras más de tres días seguidos, el fuego les mantiene en vela. Implacables las llamas han arrasado con todo a su paso. «Todo ha quedado quemado. Todo está arrasado», comentan muchos vecinos entre emocionados y resignados.

Leonoticias informa que el martes, 12 de agosto, más de 1.200 personas se desplazaron al Pabellón Municipal de La Bañeza, según indica a este medio el alcalde del municipio, Jesús Carrera. Además, se atendieron y dieron un total de 900 comidas y 300 personas pasaron la noche en las instalaciones. «Tenemos las puertas abiertas para ayudar a todo aquel que lo necesite», expresa el edil, «todo el que quiera puede venir. Lo más importante es mantener la calma, ser prudentes y seguir las indicaciones que nos indican desde el Cecopi».

«Pasamos los veranos en Castrocalbón, porque nosotros vivimos en Asturias, y el martes, en cosa de media hora, la dirección del viento cambio», relata Mari Luz Pérez, vecina del municipio. «La Guardia Civil fue avisando de que debíamos desalojar nuestras casas y abandonar el pueblo», afirma Pérez, «lo único que se veía era oscuridad y cenizas. Era un infierno». Castrocalbón ha sido uno de los más afectados, quedando gran parte del pueblo sumido en las llamas y reducido a cenizas. En estos momentos, los accesos se encuentran restringidos, y solo los servicios de la Junta de Castilla y León y la UME son aquellos que pueden entrar a realizar las labores de extinción y control.

«No sé cuánto tiempo llevo aquí. No sé si desde el miércoles o el martes», confiesa Isidora Rivas residente en Calzada de la Valdería. «Incertidumbre es lo que siento. La Guardia Civil nos desalojó, pero hay vecinos que se quedaron, uno de ellos un chico joven que tenía 100 vacas, quería defender al ganado. No sé qué le habrá pasado».

Las miradas de los vecinos de La Bañeza contienen las lagrimas, de miedo y desesperación. Una vida reducida a cenas A la misma nada. «Yo soy de Morla y han cortado la carretera. Allí se han quedado mi madre y mis hijos, no sé cómo están. No puedo contactar con ellos», afirma Ruth Andreu, residente en Morla, «me encuentro aquí y no sé muy bien qué hacer. Estoy muy preocupada».

«Tuve que llevar a mi pareja a Astorga. Las llamas nos rodeaban a ambos lados de la carretera»

Andreu

Vecino desalojado

De este modo, fincas y solares quedaban destruidos, mientras aquellos valientes que cruzaban la carretera veían como las llamas les cercaban. «Tuve que llevar a mi pareja a Astorga. Las llamas nos rodeaban a ambos lados de la carretera», comenta Andreu con los ojos vidriosos. Jesús Carrera, alcalde de La Bañeza, «agradece toda la ayuda que se está brindando a la localidad». La solidaridad leonesa no tiene límites.

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