Portilla salva a la madre de Bambi

Tierra de la Reina ha sido noticia estos últimos días por la aparición de animales decapitados que murieron como consecuencia del temporal que ha azotado con virulencia a la zona, pero ahora lo es por una de esas historias de pasión por los animales y la naturaleza. Una historia que presenta el guion contrario y que deja en evidencia a quienes, sin ningún tipo de escrúpulo, ven como un trofeo el cuerpo muerto de un animal.

En el garaje de una casa de Portilla de la Reina se trata de recuperar una venada que este mismo domingo fue rescatada por un grupo de jóvenes, vecinos de la localidad. Eran alrededor de las cinco y media de la tarde cuando vieron cómo en la montaña que se encuentra frente al bar, una venada adulta se despeñaba ladera abajo.

No lo dudaron y, enseguida, comenzó la operación rescate. Primero se aceraron al lugar donde el animal se había quedado parado con raquetas de nieve. La intentaron bajar y se revolvió. Se deslizó hasta el río. El río significa muerte para una venada, explica Javier Goás, uno de los testigos del despeño de la venada y que dejó inmortalizado en vídeo y foto cómo otras dos personas, familiares suyos, se afanaba en tratar de devolverla al monte.

Cada vez más ayuda

El animal, prácticamente moribundo, no favoreció a sus benefactores el proceso. Mientras tanto, a los dos primeros jóvenes que acudieron en ayuda de la venada se fueron sumando más efectivos: un vecino de un pueblo cercano y un hombre que pasaba por allí con un Audi y que bajó a echar una mano. Tras intentar darle algo de alimento a la venada, se decidió utilizar un vehículo 4x4 y una cuerda para remolcar a la venada. Cada vez había más personas colaborando.

No sin dificultades, lograron evacuarla del lugar y trasladarla al garaje de la vivienda que también alberga el bar del pueblo donde el animal ha sobrevivido a la primera noche, a pesar de su delicado estado de salud. La falta de alimento por la nieve que se resiste a desaparecer de la montaña de Picos de Europa ha provocado la muerte de decenas de estos animales.

Los rigores del temporal

Además, Llánaves de la Reina, a tan sólo unos kilómetros de esta localidad, fue el último pueblo de la provincia de León que dejó de estar incomunicado por la nieve. De hecho, Portilla tampoco fue ajena a esa situación y estuvo aislada, con 17 habitantes, durante casi cinco días. Ahora, sigue padeciendo los efectos del temporal y mantiene problemas de comunicación a través del teléfono móvil por una avería en una antena.

Este fin de semana ha sido uno de los primeros en los que los descendientes de Portilla de la Reina que viven en León o en otras localidades más grandes han podido visitar el lugar para comprobar el estado de sus propiedades. Esa gente que ha acudido al pueblo y quienes allí viven todo el año han sido los protagonistas de esta historia y quienes han hecho que esta venada moribunda haya sobrevivido, al menos el primer día.

Al pueblo para morir

Se contradice un poco todo lo que se dice de que no se hace más que cortar las cabezas a los animales. Eso no es cierto, los vecinos no. Tienen que ser los pueblos los que se preocupan por los bichos, reflexiona Javier Goás, testigo del rescate, que no duda en el calificativo con el que señalar a sus primos, los que no han dejado que el animal muera: Son héroes.

La relación de Portilla con los venados es estrecha. Se dejan ver por sus montes y, en ocasiones, bajan al pueblo. Sucedió la semana padada, cuando otra venada se 'paseó' por la calle principal de la localidad. Pero hace dos años, este pueblo también fue protagonista de otra historia parecida, aunque en aquel momento el animal, un macho, no se dejó ayudar en absoluto, ya que había llegado al pueblo para "morir".