Los judíos ultraortodoxos dan un ultimátum a Netanyahu y ponen en jaque al gobierno
Los socios de coalición exigen extender la exención del servicio militar y amenazan con dejar al Ejecutivo en minoría si no lo hace
Los judíos ultraortodoxos están exentos del servicio militar obligatorio en Israel, cuya duración es de 32 meses para los hombres y de 24 para las ... mujeres. Argumentan que atenta contra sus fuertes principios religiosos y que interfiere con su principal labor, que es el estudio de la Torá. Sin embargo, este privilegio provoca una fuerte división social. Más aún cuando el país hebreo libra en Gaza una guerra contra Hamás que se ha cobrado la vida de unos 450 militares israelíes. Por eso, el Tribunal Supremo dictaminó el año pasado por unanimidad que la práctica es discriminatoria y que el gobierno debe ponerle fin. Así, además, los jueces señalaron que se solucionará «la urgente necesidad de más personal» en el ejército.
No obstante, el primer ministro Benjamín Netanyahu necesita a los dos partidos ultraortodoxos de su coalición –Judaísmo Unido de la Torá (UTJ) y Shas– para mantenerse al frente de Israel. Por eso, no ha implementado aún la decisión judicial. Pero la presión social crece y estos religiosos no sionistas exigen que el mandatario redacte una nueva legislación que regule el servicio militar para asegurar que la exención se mantenga en el futuro.
La última afrenta llegó el lunes por la noche, cuando los seis diputados del UTJ presentaron la dimisión de sus cargos en el Ejecutivo. La formación explicó en un comunicado que su decisión, que se hará efectiva este miércoles si Netanyahu no se pliega a sus deseos, se debe a que han aumentado «las dificultades de la vida de los estudiantes de la Torá» y a que el gobierno «incumple repetidamente sus obligaciones de regular la situación jurídica de los queridos estudiantes de 'yeshiva'».
Debilidad en el peor momento
Sin estos parlamentarios, Netanyahu aún cuenta con la mayoría necesaria para gobernar y, sobre todo, para negociar la tregua en Gaza. Pero puede que la pierda pronto, ya que el otro partido ultraortodoxo podría retirarse de la coalición de gobierno por la misma razón. Y no supondría una sorpresa, porque el pasado domingo ya amenazó con llegar a ese extremo ante la falta de progreso en la consecución de la exención militar haredí. Según informó la televisión estatal Kan, el presidente del partido, Aryeh Deri, habría instado a los dirigentes de la organización a prepararse para dimitir del gobierno en los próximos días y unirse a la oposición en una estrategia coordinada con UTJ.
Sin los once diputados de Shas, Netanyahu quedaría en minoría en la 'Knesset' y se vería obligado a acelerar sus negociaciones con Hamás para cerrar el alto el fuego de 60 días a cambio de la devolución de los rehenes durante las vacaciones estivales del parlamento.
Por si fuese poco, los socios de ultraderecha también se muestran contrarios a ese desenlace. Tanto el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, como el de Finanzas, Bezalel Smotrich, apuestan por continuar con la guerra hasta lograr el objetivo de erradicar a la organización islamista que gobierna la Franja. Sin el apoyo de los ultraortodoxos y de la ultraderecha sionista, Netanyahu se vería en una situación muy comprometida.
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