Putin advierte que si Europa «quiere entrar en guerra, Rusia está lista»
El jefe del Kremlin y el enviado estadounidense se reúnen durante cinco horas sin alcanzar «compromisos» sobre los territorios ocupados
El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió el martes al enviado estadounidense Steve Witkoff con sendos mensajes de optimismo. Por un lado alardeó de la resilencia ... de la economía nacional ante un grupo de importantes financieros y, por otro, se enorgulleció de los avances en el terreno militar al anunciar la conquista de la ciudad de Pokrovsk, un logro cuestionado posteriormente por la Inteligencia ucraniana.
«Encantado de verle», le saludó el jefe del Kremlin a Witkoff. Ni una mención a las tres horas que le hizo esperar mientras el mandatario intervenía en el foro económico. Una espera que algunos medios occidentales interpretaron como una humillación al representante de Donald Trump, que no mostró, sin embargo, signos de incomodidad. A continuación, las dos comitivas pasaron a un salón con el fin de abordar el plan de paz revisado para dotar de una solución a la guerra de Ucrania. Este informe contiene algunas modificaciones respecto al plan original de Donald Trump e incorpora condiciones y sugerencias de la parte ucraniana. En cualquier caso, ninguno de los implicados entiende que es un documento final, sino en todo caso un posible «punto de partida» de futuras negociaciones.
Witkoff estuvo acompañado por Jared Kushner, asesor de exteriores y yerno del presidente estaounidense. Putin se sentó junto a su consejero de asuntos internacionales, Yuri Ushakov, y el asesor presidencial Kiril Dmítriev, director del fondo de inversiones ruso. Dmitriev se reunió recientemente en Florida con Witkoff y el secretario de Estado, Marco Rubio, para avanzar en el documento.
Ambas partes aprovecharon la cita para hablar sobre el futuro de la cooperación económica entre EE UU y Rusia e incluso sobre un nuevo cara a cara entre Putin y Trump
Finalmente el encuentro duró cinco horas, finalizando a las 0.30, hora de Moscú. Al salir de la reunión, Ushakov la tildó de «útil, constructiva y muy sustancial», y confirmó que habían discutido «a fondo» sobre el plan de paz. El consultor aseguró que «no se abordaron las formulaciones específicas del plan de paz estadounidense; se discutió la esencia».
La sintonía entre ambas delegaciones fue buena, aunque el asesor ruso remarcó que «algunos» de los detalles propuestos «son aceptables» para Rusia pero «otros no». En concreto, señaló que no se ha alcanzado «ningún compromiso» sobre la cuestión clave, la territorial, y que «queda mucho trabajo por delante». Las posturas entre Washington y Moscú en esta materia no se han acercado pero tampoco se han alejado, aseveró. Además del plan de paz, ambas partes tuvieron tiempo de hablar sobre el futuro de la cooperación económica entre EE UU y Rusia e incluso sobre una nueva cita entre Putin y Trump.
Acusación de obstruccionismo
Justo antes del encuentro, Putin compareció en el foro económico del banco VTB 'Rusia llama'. Desde el atril de este evento, el mandatario eslavo tocó muchos temas de actualidad y diferentes mensajes dirigidos a sus vecinos del continente.
Uno, en especial, lo envió a los líderes europeos, a quienes advirtió que Moscú no tiene planes de entrar en guerra con la UE pero «si Europa de repente quiere luchar contra nosotros y empieza, (Rusia) está lista ahora mismo». Se trata de un mensaje que Putin ha lanzado en anteriores ocasiones en paralelo a la reiteración, por parte de diferentes dirigentes comunitarios, de que el Kremlin se estaría planteando un conflicto armado en el futuro con miembros del bloque.
Putin se mostró molesto con estas declaraciones pero también con las iniciativas europeas que, según él, entorpecen las negociaciones sobre la normalización de Ucrania. «Ellos no tienen una agenda de paz, están del lado de la guerra» criticó a los dirigentes continentales. Desde el Kremlin ven «claramente» un deseo expreso de «bloquear el proceso de paz».
El presidente sostuvo que nadie ha expulsado de las negociaciones de paz a la UE. «Ellos están ofendidos. Pero nadie los suspendió, ellos mismos se retiraron», aseguró. La estrategia de Bruselas respecto al conflicto en estos años ha buscado responder a Rusia y sancionarla, además de apoyar económica y militarmente a Ucrania, algo que ha molestado sobremanera a Moscú, que rechaza igualmente las exigencias de la UE para la paz; entre ellas, que no se cambien las fronteras de Ucrania «por la fuerza» y que este país pueda conservar un ejército lo suficientemente amplio para garantizar su seguridad futura.
Desde el punto de vista de Putin, los países occidentales «quieren eliminar a los competidores, mantener sus antiguos privilegios». A pesar de sus palabras, la realidad es que el país euroasiático se ha visto debilitado tras casi cuatro años de guerra y ha perdido influencia en Oriente Medio, Cáucaso y Asia Central. Además podría perder pronto a la Venezuela de Nicolás Maduro.
Putin también mencionó que su país siente «presión externa». «Sin embargo, la economía está haciendo frente con éxito a estos desafíos» matizó ante los representantes financieros. Agregó que su deuda pública es de las más bajas del mundo, inferior al 20% del PIB. A pesar de estas palabras, la economía rusa ha sufrido vaivenes y las autoridades se han visto obligadas recientemente a subir impuestos.
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