Milagro en Lisboa: el padre del niño alemán del funicular al que dieron por muerto está hospitalizado
Las autoridades portuguesas han identificado a personas de ocho nacionalidades entre los 16 fallecidos
Final feliz para una de las familias víctima de la tragedia de Lisboa tras aclararse la situación de todos sus integrantes. El padre de uno ... de los dos niños que viajaban en el accidentado funicular de La Gloria ha sido encontrado con vida tras haber sido dado por muerto. El pequeño alemán de tres años había sido rescatado la tarde del miércoles solo, ensangrentado y llorando entre los escombros del vagón. Las primeras investigaciones localizaron a su madre entre los heridos hospitalizados, en estado crítico pero estable, mientras el padre fue incluido en la primera lista provisional de fallecidos.
Los familiares en Alemania fueron informados de la muerte del hombre de 46 años y acudieron este jueves al Instituto de Medicina Legal de la capital portuguesa para identificar el cadáver. Sin embargo, una vez allí no le reconocieron entre los cuerpos presentes. Y ya en la calle, en pleno centro de Lisboa, enseñaron una foto de su familar a un agente de policía, quien, tras varios intentos infructuosos en varios hospitales, les terminó conduciendo hasta el de San José, donde estaba ingresado un paciente al que las autoridades lusas aún no habían puesto nombre. Bingo. Era quien buscaban y pensaban que habían perdido en el descarrilamiento del funicular.
La familia ha sobrevivido al accidente pero todavía deberá superar las secuelas físicas y psicológicas de la experiencia. Con todo, el accidente les marcará de por vida. La madre permanece ingresada en la unidad de cuidados intensivos del hospital Santa María, mientras el niño recibió el alta la tarde del jueves y se encuentra al cuidado de otros familiares, a la espera de la recuperación de sus progenitores.
Fallecidos identificados
La Policía Judicial portuguesa ha confirmado este viernes el hallazgo: «El ciudadano alemán incluido el jueves como una de las víctimas fatales ha sido encontrado durante la noche internado en el Hospital San José». En la nota también ha corroborado la lista de nacionalidades de las 16 víctimas mortales del siniestro, en la que figuran ciudadanos de ocho países. Así, el suceso se cobró la vida de cinco personas portuguesas, tres británicas, dos surcoreanas, una suiza, una ucraniana, una estadounidense y una francesa.
Entre los fallecidos se encuentran el conductor del funicular, cuatro integrantes de la Santa Casa de Misericordia -cuya sede se encuentra en la parte alta de la calle de La Gloria- y un árbitro de voleibol. Asimismo, el Ministerio de Exteriores francés también ha informado del fallecimiento de una mujer con doble nacionalidad, francesa y canadiense, en un mensaje en el que ha transmitido también las condolencias a su familia.
El suceso dejó también 23 heridos. El Servicio Nacional de Salud de Portugal ha indicado que este jueves seis personas permanecían ingresadas en la UCI, mientras otras tres personas con heridas graves presentaban una evolución más favorable. El resto ya ha recibido el alta. Entre las nueve víctimas que continúan hospitalizadas hay tres portugueses, un surcoreano, un alemán, un suizo, un caboverdiano, un marroquí y una persona cuya nacionalidad aún se desconoce.
Tormenta política
Dos días después de la tragedia los focos apuntan al alcalde de Lisboa, el conservador Carlos Moedas. La oposición exige que asuma la responsabilidad política por los 16 muertos en un transporte municipal. El Partido Socialista recuerda al regidor sus palabras cuando pidió la dimisión de su antecesor, Fernando Medina, por la filtración al Kremlin de datos sobre opositores rusos. La ultraderechista Chega ha anunciado una moción de censura para el próximo martes.
Entretanto, la capital lusa trata de recuperar la imagen de una aparente normalidad en su centro. Una vez retirados los centenarios vagones la pasada madrugada, la avenida de Gloria ha amanecido ya sin sus características cabinas amarillas. Durante este viernes la calle está siendo repavimentada y las aceras reparadas. Asimismo, se realiza una inspección del edificio contra el que impactó el funicular, como medida de precaución ya que según el Ayuntamiento lisboeta «en una evaluación inicial, el inmueble no presentaba ningún riesgo estructural». Se prevé que la calle sea reabierta al tránsito peatonal al final del día y los comercios puedan reanudar su actividad.
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