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Trump, con la cara ensangrentada, es trasladado segundos después del atentado que sufrió en Pensilvania el 14 de julio. AFP
Donald Trump, 'again'
Así fue 2024

Donald Trump, 'again'

El excéntrico magnate regresa a la Casa Blanca con más poder que hace cuatro años después de un irrebatible triunfo electoral

Jaime Rojas

Valladolid

Martes, 31 de diciembre 2024, 10:52

Vamos a darle la vuelta a este país, lo sanaremos y lo haremos mejor que nunca». Así habló Donald Trump en el discurso triunfal después de alcanzar una victoria incontestable en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, extendida al Senado y a la Cámara de Representantes. Millones de votos avalaron el triunfo holgado del republicano sobre la candidata demócrata, Kamala Harris, hundida ante el empuje del magnate. Trump regresa cuatro años después a la Casa Blanca con la promesa de «una era dorada», con su lema 'Make America great again' (Hagamos que América sea grande de nuevo) por bandera y la excentricidad de arrogarse un mandato divino al asegurar que «Dios me perdonó la vida para que salve América».

Estados Unidos y, como consecuencia todo el planeta, ha vivido un año intenso, que comenzó con dudas legales de si el neoyorquino de pelo naranja y de 78 años podría liderar el Partido Republicano, incógnita que se despejó en marzo al autorizarle el Tribunal Supremo a concurrir a los comicios, a pesar de una condena y de los numerosos procesos judiciales pendientes. Enfrente, Joe Biden, el anciano presidente con evidentes despistes, parecía presa fácil para el ímpetu populista de Trump. Esto hizo reaccionar al Partido Demócrata hasta que su candidato renunció, una semana después del atentado del 14 de julio durante un mitin en Pensilvania, en el que resultó herido en una oreja, lo que parecía la catapulta definitiva del excéntrico magnate en su camino de regreso a la Casa Blanca.

De esta manera, entró en escena Kamala Harris, vicepresidenta de gestión gris y poca visibilidad mediática, que, contra todo pronóstico, comenzó a remontar en las encuestas en agosto, a poco más de dos meses de las elecciones presidenciales. Harris tocó el cielo en su popularidad al acorralar a Trump en un debate televisivo, en una fecha tan icónica para los estadounidenses como el 11 de septiembre y en el que el republicano cometió el exceso verbal y la frivolidad de acusar a los inmigrantes de comerse a las mascotas de los americanos.

Cuando el viento soplaba a favor para que Estados Unidos contará con la primera mujer al frente del país, el fragor de la campaña electoral se llevó por delante esa posibilidad; a cambio otro hito: que un expresidente vuelva a la Casa Blanca, algo que solo había ocurrido a finales del siglo XIX con el demócrata Grover Cleveland.

Las encuestas se voltearon y el líder republicano consiguió seducir a los votantes, entre ellos muchos latinos, gracias a su discurso contra la inmigración y a las promesas de levantar la economía. Kamala trató de atraer el sufragio de las mujeres, que se antojaba factible por los excesos misóginos de Trump, pero no logró el objetivo perseguido.

Y el primer martes de noviembre, la fecha inamovible en las singulares elecciones estadounidenses, Trump ganó con un resultado que ni él mismo reconoció esperaba tan holgado, lo que en sus palabras le otorga «un mandato poderoso» para aplicar su política. 76,6 millones de sufragios, dos millones y medio más que Harris, y 312 votos electorales frente a 226 de la candidata demócrata, conforman un resultado que no deja lugar a dudas, esas que tanto se temían si el escrutinio hubiera deparado otros números como cuatro años antes.

Traspaso de poderes

A la espera de que llegue el 20 de enero, fecha en la que Trump tomará posesión de su cargo en otra fecha inmutable del calendario electoral en EE UU, diez días después de los comicios se produjo otra tradición, el traspaso de poderes, con la visita del ganador al saliente, Joe Biden. Mientras, el presidente electo diseña un Gobierno en el que a cada anuncio de un perfil estrambótico le sigue otro aún más pintoresco, con ejemplos como un antivacuna encargado de la sanidad o un negacionista del cambio climático al frente de Medio Ambiente. Un grupo de 'halcones' entre los que emerge, Elon Musk, el multimillonario dueño de la red social X, antes Twitter, que dirigirá el Departamento de Eficiencia Gubernamental, con el objetivo de quitar grasa en la administración pública para «hacer temblar el sistema» y que ejerce un papel de 'influencer' principal sobre Trump. A su lado, también el futuro vicepresidente J D. Vance.

Y las guerras también esperan. La invasión rusa de Ucrania y el conflicto inagotable en Oriente Próximo son para Trump, en su euforia ganadora, dos asuntos que pueden resolverse en días, gracias a su relación privilegiada con Vladímir Putin y con Benjamin Netanyahu, protagonistas de ambos escenarios bélicos.

«Estados Unidos toma una decisión peligrosa» tituló 'The New York Times' el día después del histórico triunfo de Trump. El impredecible ganador tendrá la palabra cuatro años.

Suplemento Así fue 2024

Esta pieza forma parte del suplemento especial Así fue 2024 que se publica el 31 de diciembre de 2024 en la edición digital y se entrega junto a la edición impresa de El Norte de Castilla. En él se hace un repaso a las informaciones que marcaron el año que termina ahora tanto a nivel local como nacional e internacional. También se repasa lo que dieron de sí el mundo del deporte y el de la cultura.

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