El Rey Juan Carlos abandona Sanxenxo sin hablar de sus polémicos audios con Bárbara Rey
El Emérito ha salido de la localidad gallega sin hacer ningún tipo de declaración sobre la imágenes y los audios con la vedette
El Norte
Lunes, 7 de octubre 2024, 11:34
Tras casi dos semanas en Sanxenxo, el Rey Juan Carlos ha vuelto a hacer las maletas para viajar hasta su residencia habitual en Abu Dabi, desde hace cuatro años. Durante su estancia en Galicia, el emérito ha podido vivir de cerca la publicación de sus imágenes en actitud cariñosa con Bárbara Rey en 1994 en la terraza de la casa de la artista en Boadilla del Monte, y con la filtración de sus grabaciones sincerándose con la artista sobre asuntos de Estado, pero también sobre temas personales y en los que la Reina Sofía no queda bien parada y dejan al Emérito muy tocado a nivel público.
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Durante estos días Don Juan Carlos ha contado con el apoyo incondicional de su familia, que se ha desmarcado de la salida a la luz de su controvertido material con la vedette y no ha dudado en desplazarse a la localidad pontevedresa para estar a su lado. Tras su encuentro privado en la Escuela Naval de Marín con el Rey Felipe, la Reina Letizia y la Princesa Leonor el pasado viernes 27 de septiembre aprovechando el viaje de sus Majestades a la costa gallega para asistir a la cena por el 40º aniversario de la promoción del monarca en la Armada, Don Juan Carlos ha recibido la visita de sus hijas las infantas Cristina y Elena, de su hermana la infanta Margarita, su cuñado Carlos Zurita, y sus sobrinos Alfonso, María Zurita, y Simoneta Gómez-Acebo.
Hasta Sanxenxo también ha viajado su biógrafa, la francesa Laurence Debray, para reencontrarse con él y ultimar los detalles de sus memorias, que llevarán por título 'Reconciliación' y que todo apunta a que verán la luz en 2025.
Tras alzarse con la victoria en el campeonato y lograr con 'El Bribón' el cuarto título europeo en la división de Clásicos de la clase seis metros este sábado, Don Juan Carlos abandonaba la localidad gallega este domingo y lo hacía en el asiento del copiloto de un coche conducido por su íntimo amigo Pedro Campos, saludando a la prensa con la mano y sin romper su silencio sobre sus imágenes y sus grabaciones con Bárbara Rey.
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