Pepa Romero reconoce estar «en el momento más feliz de mi vida»
La periodista, sustituta de Sonsoles Ónega en 'YAS verano', se confiesa «con el corazón más contento que nunca»
Lunes, 18 de agosto 2025, 10:36
Sonsoles le dio el testigo y un consejo: «Sé tú misma, diviértete». Y así comenzó la andadura de Pepa Romero en el 'YAS Verano', siendo ella misma «porque la cámara no miente. La naturalidad traspasa, tu verdad es lo que llega a la gente. Soy alegre, curiosa, divertida, pero soy una persona que escucha atentamente a los demás, me encanta que me cuenten sus historias, me quedo fascinada con ellas. Disfruto escuchando. Me gusta dar voz a las injusticias y ayudar a dar solución. Cada persona te da una lección de vida, de superación, y aprendes a relativizar». Se entrega con tanta pasión, que las tres horas de programa «se me pasan volando».
Romero mantiene que su principal virtud es «la capacidad de empatizar con los demás. Desde siempre, yo creo que es genética porque me viene de mis abuelos y de mis padres. Siempre se preocupaban por la gente. Y mi preocupación es real, me implico en cada caso. En ese sentido, nadie pasa de puntillas por mi vida, todos me aportan algo valioso. Lo malo es que me afecta y puede hacerme sufrir». Aunque también, como le señalan sus hermanos, tiene un punto moralista que la lleva «a decir a los demás lo que tienen que hacer en cada momento. Eso me lo tengo que controlar».
«Extremadamente soñadora» con tendencia «a proyectar los sueños», reconoce que tiene «recuerdos que creo que han existido pero, en realidad, son fantasías que he deseado. Sueño con situaciones, puedo imaginarme en un lugar, lo recorro mentalmente, y pienso en todo lo que voy a hacer allí… Sueño que me tocan 90 millones en la Lotería y ya imagino hasta la decoración de la casa que me voy a comprar. Son ensoñaciones que me impiden tener la mente en pausa».
Le encanta ser detallista, entretenerse en el proceso de buscar el regalo para la persona: «Es algo altruista, no esperas nada a cambio, pero es un gesto de ternura que demuestra amor. No cuesta nada hacer felices a los demás. Y no somos conscientes de lo fácil que resulta. A veces solo basta una palabra bonita. Yo soy de hacer comentarios positivos, me parece precioso saber que le has alegrado el día a alguien». Por eso le inquieta tanto el odio de los 'haters' de las redes sociales: «Intento contestar a todo el mundo, incluso a los que insultan. A ellos me enfrento con buenas palabras. Ante el odio, respondo con amor. Muchas veces me acaban entendiendo y dan marcha atrás».
Pepa encuentra la paz en los atardeceres en la playa Doniños, en Ferrol, y reconoce que le sacan de quicio la mentira y las injusticias. A veces agarra su guitarra y canta para olvidar, para alegrarse, para disfrutar: «Tenemos como unas 20 guitarras en casa, nos viene de familia. Yo no me dediqué profesionalmente a la música porque soy poco disciplinada y no siempre me apetece cantar. Antes, de jovencita, lo hacía en las fiestas, e incluso me sacaba un dinerito».
Pepa despide una energía especial. El secreto: «Tengo el corazón más contento que nunca», confiesa. Aunque en alguna entrevista se había quejado de su posible 'miedo al compromiso', tiene al fin una explicación a lo que le había sucedido hasta ahora: «Sencillamente no había encontrado al hombre adecuado, pero he conocido a uno que me tiene fascinada. Ahora creo que de verdad estoy enamorada por primera vez en mi vida, y es increíble, porque siento que es cierto todo eso que se dice de las mariposas en el estómago. Creía que era un bulo, pero no, me pasa. Y puedo desmentir también esa idea de que ya no te enamoras como cuando tienes quince años. Es el momento más feliz de mi vida». Y lo transmite, con esos ojos brillantes y una sonrisa permanente.