Estefanía de Mónaco abandona sus obligaciones en el Principado al cumplir 60 años
Sus tres hijos, Louis, Pauline y Camille Ducruet han concedido su primera entrevista conjunta a 'Vanity Fair France' para hablar de la mujer que marcó sus vidas
El Norte
Viernes, 1 de agosto 2025, 14:07
Estefanía de Mónaco, a sus 60 años recién cumplidos, ha decidido abandonar de forma definitiva sus compromisos con el Principado. «Es hora de jubilarme. Me lo merezco», sentenciaba hace unas semanas, en una escueta pero reveladora declaración que dejaba claro su deseo de llevar una vida tranquila.
Ante esta noticia, sus tres hijos —Louis, Pauline y Camille— han roto su silencio con una entrevista concedida a la edición francesa de la revista 'Vanity Fair' en la han hablado no solo de sus propios proyectos, sino también de la figura que ha sido su madre.
Pauline Ducruet, de 31 años, recuerda con admiración el legado familiar y, sobre todo, el carácter de su madre. «Tengo la suerte de tener mujeres icónicas en mi familia. Mi madre fue un icono de los 80, pero también hizo siempre lo que quiso. Disponer de un ejemplo así influye en tu vida», confiesa la diseñadora, fundadora de la firma Alter Designs.
Pauline vivió varios años en Nueva York, donde forjó su camino lejos del apellido Grimaldi. Allí, asegura, muchas personas ni siquiera sabían que existía una familia principesca en Mónaco. «Allí yo era Pauline, una estudiante que quería ser diseñadora, como la mayoría de mis amigas», recuerda.
Por su part, Camille Gottlieb, de 27 años, es la más reservada de los tres, pero también quien ha heredado la belleza de su abuela, Grace Kelly. «Cuando me dijeron que me parecía a mi abuela, para mí, me parecía a mi yaya, no a una celebridad famosa internacionalmente», explica con ternura. «Es un gran cumplido y un honor parecerse a ella. Sigue siendo la mujer más bella del mundo», añade.
Aunque no llegó a conocerla, se siente muy unida a la figura de Grace y al mensaje que su madre siempre les inculcó: «Mi madre nos decía que es imposible tener la vida que tenemos, con todas sus ventajas, sin dar las gracias a nuestro abuelo, que lo dio todo para hacer de Mónaco lo que es hoy en día. Tenemos el deber de representar a la familia, tanto en suelo monegasco como a escala internacional».
Y, por último Louis Ducret, el mayor del clan, se ha labrado una carrera en el ámbito inmobiliario y es padre de dos niñas junto a su esposa Marie Chevallier. Comparte su deseo de formar un vínculo sólido con sus hijas. «Quiero ser un padre muy presente, entregado a la familia», asegura. Sus palabras dejan entrever un aprendizaje vital heredado del entorno en el que creció: lo importante no es lo material, sino los recuerdos que se crean juntos.
La princesa Estefanía ha sido, desde siempre, un alma libre. Su historia ha sido una de las más comentadas en la crónica social europea. Cantante, modelo, diseñadora, madre soltera y mujer de fuertes convicciones, nunca se dejó arrastrar por el protocolo. Sus romances dieron mucho que hablar, especialmente el que vivió con su guardaespaldas, Daniel Ducruet, padre de Louis y Pauline, y aunque el amor no siempre fue sencillo, de esas historias surgieron sus tres mayores tesoros: sus hijos.