Alejandro Reyes, hijo legal de Pepe Navarro, concursante de Supervivientes 2020

Alejandro Reyes (Madrid, 1999), es el noveno concursante confirmado para participar en Supervivientes 2020. El hijo de Ivonne Reyes y Pepe Navarro hace su primera aparición en televisión, ha decido dar la cara, darse a conocer y ser uno de los bombazos que llegue este año a al 'reality' de Honduras.

El joven, apareció por primera vez con su madre en un revista con la llegada de su mayoría de edad aunque ha estado todos estos años tras los focos, sin relacionarse con la vida televisiva. Su salto a la fama vino por ser hijo de Ivonne Reyes y, según determinó un juez en el año 2010, de Pepe Navarro.

El presentador Pepe Navarro siempre ha negado ser el progenitor de Alejandro y en su día, se negó a realizarse las pruebas de paternidad, algo que ha provocado innumerables conflictos con Ivonne. Llega al concurso como uno de los más anónimos y sin experiencia en este tipo de 'realities, aunque el joven compagina sus estudios de interpretación con su vida como modelo en la que desfila de la mano de marcas como Michael Kors.

La sombra del que legalmente es su padre, siempre le ha acompañado (aunque a día de hoy, sigue sin saber si realmente el periodista es su padre).Su hermana, e hija mayor de Navarro, contrató un detective privado para que recogiera pruebas biológicas de Alejandro,las analizaran junto a las suyas y obtuviera unos resultados definitivos. Según Andrea Navarro, los resultados decían que no eran hermanos.

Su objeto personal ha sido: un objetivo de cámara. Es un elemento que le caracteriza totalmente ya que es un apasionado del cine y le encanta actuar ante las cámaras.

Joaquín Prat fue el encargado de dar el nombre del que quizás sea uno de los fichajes más inesperados y misteriosos de esta edición de Supervivientes 2020. En su vídeo de presentación se ha dejado ver entusiasmado con la aventura en la que se embarca y afirma que está «muy emocionado». «Vamos a ir a aprender, a pescar, a llorar, a reír…», ha afirmado el joven. Llega pisando fuerte y demostrando que no se va a reservar absolutamente nada.