Castilla y León-el Reino Unido, una relación comercial venida a menos en los últimos años

Desde que en 2016 las empresas de la comunidad vendieran bienes y productos por valor de casi 1.500 millones de euros en el Reino Unido, las exportaciones al país exeuropeo no han dejado de reducirse. Este año apenas llegarán a 1.000 millones, ya que en octubre ascendían a 727. En los últimos cuatro años, las caídas han sido superiores a la cifra global -en 2019 superó el 20%-, lo que ha provocado una pérdida de peso entre los destinos exportadores de Castilla y León. En los dos últimos años fue sobrepasada por Italia.

Las importaciones de productos del Reino Unido han seguido un camino parecido, aunque no igual. Alcanzaron su récord en 2012, con más de 882,2 millones. Desde entonces ha habido bajadas y subidas, para terminar el año pasado en una cifra de 421,8 millones. Este año, a duras penas se superarán los 300.

Castilla y León le vende a los británicos sobre todo productos industriales (coches y piezas) y tecnología -el 80% del total- y en un segundo nivel, productos agroalimentarios -el 12%-. La tarta la completan los bienes de consumo -4,5%- y el vino de las bodegas de la comunidad -3%-. Entre estas, Vega Sicilia, Fernández Rivera; Hermanos Villar, Matarromera... Pero también, por supuesto, Renault, Iveco y Grupo Antolín, Michelin y Nicolás Correa; o industrias como Crystal Pharma, Afher Eurobelt, Creaciones Nicolás o Industrias José Luis Blanco.

Desde 2021, el Reino Unido pasa a ser el primer socio comercial no europeo de Castilla y León, de ahí la importancia del acuerdo navideño alcanzado por el Gobierno británico y la Unión Europea, que despeja el futuro a corto plazo de los temidos aranceles. El Reino Unido fue receptor del 7,2% del total de las exportaciones de las empresas castellanas y leonesas en 2019, cuota que hasta octubre de 2020 había bajado al 6,8%. Las islas se sitúan por debajo de Francia, Portugal, Bélgica e Italia; pero por encima de Alemania, Estados Unidos, los Países Bajos y China.

Además, la perspectiva de un 'brexit' blando ofrece a priori garantías de que los controles aduaneros no producirán cuellos de botella desde o hacia el Reino Unido que afecten a las cadenas industriales y al suministro de bienes y componentes, tan frecuentes en la industria de la automoción.

En pleno declive de la relación comercial, un puñado de sectores llevan varios años registrando incrementos de ventas, a veces muy significativos. Es el caso del vino y la agroalimentación -también del queso, que va por otro epígrafe-, así como del material eléctrico... y los neumáticos de Michelin.