Agustín Prieto, en el jardín de la Casa del Pueblo de UGTen Valladolid en un momento de la entrevista.

«Castilla y León debe ejercer sus competencias fiscales si quiere progresar»

A un mes de dejar la secretaría general de UGT en Castilla y León Agustín Prieto advierte de que «por primera vez en la historia los hijos viven peor que sus padres... pero la lucha no ha terminado»

Ángel Blanco Escalona

Viernes, 4 de marzo 2016, 06:37

Unos días después de que, el 12 de marzo, Cándido Méndez abandone el liderazgo de la UGT nacional, Agustín Prieto (Villavieja de Yeltes, Salamanca, 1952) hará lo propio en la autonómica, de la que es secretario general desde 2005. El congreso regional del sindicato, que se celebrará los días 1 y 2 de abril, pondrá punto y final a un mandato de once años y quizá también a una era que va más allá, ya que Prieto sucedió a Fermín Carnero, de quien era secretario de Organización, y él no deja heredero. El dirigente salmantino, sindicalista desde que a los 28 años se afilió a UGT, en 1980, se marcha «con tranquilidad y satisfacción». «He quemado una etapa muy complicada interna y externamente y me voy con el orgullo de poder decir que he dedicado mi vida a la organización que me gustaba y que he llegado a estar al frente de ella».

Publicidad

¿El sindicalista nace, o se hace?

En los tiempos en que yo me afilié lo hacíamos por carga ideológica, por conciencia de clase obrera, porque lo habíamos mamado en la familia uno de mis tíos fue fusilados en los tiempos oscuros de la dictadura y porque queríamos pelear por conseguir mejores condiciones de trabajo. También ahora tenemos gente que se afilia por vocación, pero a la vez hay otros que, también legítimamente, lo hacen porque saben que en un sindicato como UGTvan a estar más protegidos y van a recibir una serie de servicios, jurídicos, etc;y quieren poder opinar a la hora de negociar su convenio y ser protagonistas para conseguir lo mejor para ellos y sus compañeros.

¿La crisis ha hecho tantos sindicalistas como la dictadura?

Hemos sido atacados brutalmente. La derecha más reaccionaria así lo ha hecho. Hemos respondido con huelgas y manifestaciones masivamente secundadas que han dado muestra de la fortaleza del sindicalismo. Pero también es verdad que durante una crisis, con tanta precariedad y pérdida de derechos, salarios y empleos, la afiliación se puede resentir. Cuando no hay ingresos hay que echar cuentas para ver si se puede pagar la cuota sindical.

¿Qué papel juega el miedo?

En la gran empresa ha ido superándose, pero en la pequeña, que son la mayoría de Castilla y León, nunca ha desaparecido. En época de crisis la presión contra los que se significan es fuerte. Hay empresarios que no merecen tal nombre y quiero pensar que cada vez son menos que tratan de imponer el miedo para tener al trabajador a su merced. Hay que valorar la valentía que tiene nuestra gente cuando defiende a cinco seis o diez compañeros.

Cuando era pequeño, ¿qué quería ser de mayor?

Remontarme a esa época ahora que voy a jubilarme... Buf, ya ni me acuerdo. Pues aventurero, explorador, viajar a mundos desconocidos, a ciudades perdidas... Un descubridor.

Publicidad

¿Y ahora? ¿Qué le gustaría ser?

Ahora me gustaría compensar todo el tiempo que le he robado a mi familia; sobre todo a Inés, a mi mujer, que pese a que ha entendido lo que yo tenía que hacer, también es quien más lo ha pagado. Espero poder dedicar tiempo a mi nieta Leire, que tiene dos meses, y a mi nieto Sergi, que está en Valencia y tiene tres años.

¿Hay continuidad en la familia? ¿Alguno de sus hijos (tiene tres varones) es sindicalista?

Están afiliados a la UGT pero tienen sus profesiones. Han debido ver lo sacrificado que es esto y no han querido seguir mis pasos.

Publicidad

¿Qué vida planea llevar ahora? ¿Cuáles son los hobbies que piensa cultivar?

Seguiré viviendo en Salamanca, desde donde llevo veinte años viajando a Valladolid a diario. Me gusta correr, pasear, ir al cine, leer, pescar en mi pueblo, escribir... Me apasiona estudiar la historia de Salamanca y de Villavieja, un pueblo muy peculiar en esta tierra. Siempre ha gobernado la izquierda salvo una vez que no hubo candidatura, en protesta con el Gobierno del PSOE por querer hacer un cementerio nuclear. En este pueblo de dos mil habitantes está el germen de la UGTen la región y casi, en España.

Las resoluciones del congreso

¿Piensa desvincularse del todo de las responsabilidades sindicales?

Soy presidente de la Fundación Fermín Carnero y pondré mi cargo a disposición de la nueva ejecutiva. Si me piden que siga, lo haré;pero sin la dedicación de ahora. Me jubilo del cargo, no de ser ugetista. Estaré siempre a disposición para aportar... a nivel de jubilado.

Publicidad

Tiene 64 años y en breve habrá que tener 67 para poder jubilarse. ¿Cómo lo ve?

Por desgracia soy de una generación en la que tenemos largas carreras de cotización. Tras la reforma de las pensiones, con el nuevo nivel de exigencia, me lo tendría que pensar, hacer números, ver lo que pierdo y, quizás, tener que seguir trabajando. Esa es la desgracia actual. Aquí hacemos trabajar al abuelo hasta los 67 y al hijo y al nieto lo tenemos en el paro. Un disparate.

¿Vamos para atrás? ¿La generación actual vive peor que la anterior? ¿Y la siguiente?

Históricamente creo que siempre la generación que venía vivía mejor que la que se iba. Ahora se está truncando eso. Nuestros hijos van a vivir peor que nosotros y no van a tener los derechos que teníamos. Algo falla. Incluso derechos democráticos, como el de manifestación. Por no hablar de los recortes sociales, educativos... Ylos salarios. Estamos viviendo una auténtica regresión social.

Publicidad

¿Es una batalla perdida? ¿Ha ganado el capitalismo? ¿La culpa es de la crisis?

¡Cómo de la crisis! Los poderes neoconservadores y la gran patronal han aprovechado la crisis para desmantelar en parte el estado del bienestar y hacer imperar los criterios economicistas. Hemos retrocedido, pero la clase trabajadora terminará ganando. La lucha no ha terminado;no agachamos la cabeza, cogeremos impulso y conseguiremos que haya gobiernos progresistas que nos devuelvan todo lo que tuvimos. El modelo europeo siempre ha sido sostenible. Demostró que el crecimiento económico competitivo era compatible con estado del bienestar.

¿Quién le va a suceder tras el congreso de abril?

Cuando hay una sola lista, dicen que es a la búlgara. Si hay más, hablan de división. A día de hoy hay tres compañeros que se postulan para ser secretario general. Carmen, Evelio y Faustino (Carmen Ámez es responsable de la Federación de Servicios Públicos; Evelio Angulo es responsable de Acción Sindical; y Faustino Temprano, de Organización). Los tres están preparados. Creo que es lo mejor que puede ocurrir. No van a coger un cargo, sino cargas. Somos una organización democrática y habrá una votación libre, individual y secreta. Como secretario general yo no me puedo decantar por ninguno. Como parte de la ejecutiva ni siquiera puedo votar. De todos modos, todavía hay tiempo para que se entiendan entre ellos de forma natural y conformen una sola candidatura. O no, todo es legítimo. Al día siguiente, toda UGT estará unida con el nuevo secretario. Y ojo, más importante que la ejecutiva son las resolucions que se adopten en el congreso, la hoja del ruta, los compromisos que habrá obligación de cumplir.

Noticia Patrocinada

¿Cómo estaba la UGT cuando llegó y cómo diría que la deja?

Estaba asentándose, fortaleciéndose, amoldando su estructura porque fuimos la última comunidad que nos regionalizamos. Estábamos en la fase de consolidar. Como secretario de Organización de Fermín Carnero todo eso se logró. Ahora hemos seguido en la etapa de afianzarnos, de ser un referente de las organizaciones sociales de clase, con cerca de 70.000 afiliados que pagan su cuota. Esta última etapa creo que está definida por el diálogo. Me siento protagonista de los quince años de Diálogo Social de esta tierra. Ochenta acuerdos en esta singladura no es nada baladí. Hemos dado un ejemplo al resto de España de que la cesión da lugar a acuerdos que traen respuestas para los que peor lo están pasando.

Precisamente sus críticos le acusan de ser demasiado dialogante y poco beligerante en un momento en que había, o hay, que serlo.

Creo que puedo decir que tengo el honor de haber demostrado que se puede ser las dos cosas. Va en los genes de la propia UGT. Somos una organización pragmática. Diálogo, diálogo y diálogo. Cuando falla el diálogo, más diálogo todavía. Al final, si ya no es posible el diálogo, vamos a otras medidas. Ylas hemos ejercitado:la presión, la manifestación y la huelga. Las hemos hecho en Castilla yLeón y han sido ampliamente secundadas. Algunos pueden entender que el dialogo Social debilita, pero la pregunta es: ¿no es cierto que sin él los trabajadores tendrían menos beneficios?

Publicidad

Otros sindicatos que han sido más radicales en la lucha han crecido en los últimos años...

Puede que hayamos tenido bajas, pero más por la crisis. La UGTocupa el espacio que ocupa. Somos progresistas, socialistas, de clase, con unos principios. Para radicalidad, hay otros. Vimos con preocupación el nacimiento del movimiento del 15-M, pero creo que tuvimos capacidad de reacción para acercarnos a la sociedad civil y movernos con ella. Y ellos han visto que la clase obrera ya estaba organizada y que sus reivindicaciones eran las nuestras.

¿Se va con alguna espinita clavada? ¿Ir siempre un poco por detrás de CC OO, quizás?

Tenemos una unidad de acción total. Vamos juntos y, a la vez, competimos. Ellos son los primeros por poca diferencia. Juntos tenemos el 70%, casi doce mil delegados, y nos ganan por menos de quinientos. Somos las dos únicas organizaciones representativas de forma mayoritaria en todos los ámbitos. Me hubiera gustado ganarlos, claro, pero no me preocupa.

Publicidad

El reciente cierre de los centros de Formación de UGT como consecuencia del cambio en el modelo de financiación, ¿anticipa nuevos retos para el sindicalismo?

Pienso que UGTno debe renunciar a la Formación. Quizá próximos gobiernos se darán cuenta del error y cambien la ley. Las condiciones de la actual obligan a quien quiera dar formación a adelantar mucho dinero, algo solo posible con carga financiera. Veremos si el nuevo modelo es viable. Nuestro Instituto de Formación demostró que, en concurrencia, fue el primero. Porque hacía las cosas bien.

El futuro de Castilla y León

Ahora que tiene ya casi los dos pies fuera, diga algo que se calló por diplomacia.

Tantas cosas... O no, tampoco muchas. A los políticos les he dicho todo lo que les tenía que decir. A Juan Vicente Herrera le he criticado la política fiscal, que es un tremendo error. Le he dicho muchas veces que esta comunidad tiene que dejar de limitarse a coger el dinero que viene de Madrid y tiene que usar sus competencias para hacer una verdadera política fiscal, disponer de más ingresos. Lograría así que estuviéramos mejor de lo que estamos.

Publicidad

¿Cómo ve el futuro de Castilla y León?

Lleno de retos. Si no arregla el problema de la despoblación, el empleo, la consolidación de los servicios públicos esenciales y la ordenación del territorio, mal iremos.

¿Con un gobierno socialista iría mejor?

Su visión sería distinta. En teoría sería más fácil plantearle los problemas. En teoría atendería mejor las reivindicaciones. Al menos va en su programa...

¿En teoría? No parece muy rotundo. A Luis Tudanca no le va a gustar...

El programa de Tudanca, si lo ejecutase al 100%, sería muy bueno para Castilla y León. El problema es que hay que cumplir lo que se dice.

¿Y el futuro de España? ¿Dio su voto afirmativo al acuerdo de Pedro Sánchez con Ciudadanos?

No tengo problema en reconocer que voté que no. No por Pedro, sino porque me leí el texto del acuerdo. Hay cosas magníficas, pero yo no puedo avalar un acuerdo que no derogue la reforma laboral y que nos meta la mochila austriaca.

Publicidad

¿Es partidario de un acuerdo del PSOE con Podemos?

Hombre claro. Un acuerdo progresista y no contra natura. Es una pena que los personalismos y los nacionalismos hagan tan difícil el entendimiento.

Pablo Iglesias como vicepresidente, ¿es deseable o no procede?

Si, como decía Anguita, hay programa, programa y programa... me da lo mismo quién sea presidente. Si por no querer sentarse en la misma mesa a negociarlo no hay un pacto progresista, la gente no se lo perdonará.

¿Un epitafio sindical para Cándido Méndez?

Tuvo que administrar la UGT en tiempos muy difíciles; tanto externos, por la crisis; como internos, por los problemas de algunas comunidades. Yahí es cuando se ve la calidad de un líder. Apesar de que he discrepado con él, lo ha hecho bien.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad