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McGrath, al la derecha del grupo durante la competición EFE

La angustiosa medalla de bronce de Paul McGrath

El nuevo talento de la marcha española ha llegado líder al kilómetro 18, pero lastrado por dos avisos y los calambres, ha tirado de épica para ser tercero

Igor Barcia

Sábado, 20 de septiembre 2025, 08:32

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¿Qué un fenómeno como Álvaro Martín, doble campeón mundial y campeón olímpico, se retira? No pasa nada. La marcha española sigue produciendo talentos y aparece Paul McGrath para subirse al podio de Tokio a los 23 años. Subcampeón europeo el pasado año en lo que fue su carta de presentación en la élite, esta madrugada (hora española) ha conseguido un bronce por la vía de la agonía en una prueba de 20 kilómetros marcha apasionante.

Hay quien dice que la marcha es aburrida. Que no tiene emoción. Pero lo visto en los kilómetros finales de la prueba masculina ha sido de todo menos aburrido. Cambios de líder, sanciones, problemas físicos, remontadas increíbles como la del campeón Caio Bonfim y dos kilómetros finales llenos de problemas para un McGrath que apuntaba al oro y casi se queda sin el bronce.

Porque ha sido una prueba de eliminación donde cada marchador que ha arriesgado lo ha pagado con paletas rojas por parte de los jueces en forma de sanciones por marcha irregular. No ha habido piedad ni para el japonés Toshikazu Yamanishi, que jugaba en casa y se ha visto con dos minutos de penalización cuando se había jugado el todo por el todo en busca del título. En ese momento, a falta de dos vueltas, McGrath, que era el que había salido a su estela, se quedaba al frente de la prueba en solitario. Tocaba arriesgar y el marchador de Gavá ha insistido para hacer diferencias con el chino Wang. Acostumbrados a lo que hace María Pérez, todo parecía de nuevo una marcha triunfal del atletismo español en su prueba fetiche, pero quedaba mucho por hacer.

En muy poco tiempo, al pupulo de Aragoneses le han caído dos avisos, el segundo de ellos pasado el kilómetro 18. ¿Qué hacer? ¿Seguir insistiendo bajo la lupa de los jueces o asegurar la técnica a expensas de poder ser alcanzado por los perseguidores? McGrath ha optado por lo segundo, también forzado por los calambres que comenzaban a pasarle factura, y se ha visto alcanzado por Wang y por Bonfim, que se ha puesto lider camino ya del estadio. Pero ni quisiera la medalla estaba asegurada, porque en el kilómetro final, detrás del español aparecía el francés Quinion, que había olido la sangre y quería sumarse a la fiesta. Ya en la pista, el marchador de Gavá tiraba de orgullo y pese a todo, ha logrado mantener a raya al francés para celebrar una nueva medalla española en marcha, la número 24 en la historia de los mundiales.

Es el primer gran éxito de este nuevo talento que llegó a la marcha de casualidad, después de apuntarse al club de atletismo de Cornellá y encontrarse con una especialidad que se le daba bien. Hijo de un profesor escocés hincha absoluto del Celtic de Glasgow y de una española, McGrath nació en Gavá y no tuvo dudas en apostar por la selección española, a la que ha dado un nuevo éxito. Con logros como el de hoy está más cerca de cumplir el sueño de su padre, ver a su hijo recibir un homenaje en Celtic Park por sus logros deportivos.

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