Victoria de oficio del Mojados en la Finca Canterac

El Mojados consiguió ganar con sus armas porque el Betis tardó demasiado en desplegar las suyas. Y posiblemente eran mejores, al menos más vistosas, pero no fue hasta el final cuando los locales creyeron en ellas. A la épica intentaron remediar lo que minutos antes trastocaron por su mala gestión defensiva y, sobre todo, por un Chema inconmensurable.

El respeto entre ambos conjuntos fue el culpable de que durante la primera mitad solo pasara el tiempo. De vez en cuando uno de los conjuntos amenazaba con efectuar una jugada prometedora, pero se vieron a cuentagotas hasta el descanso. Todo eran disputas, casi siempre igualadas, y prácticamente lo más emocionante que se produjo fue un enganchón verbal entre Juanillo y Chema, que acabó con amarilla para ambos.

Quien más se acercó al gol fue Beni, el que siempre está ahí, con un mano a mano que le sacó Pablo. La defensa del Mojados se mantuvo impoluta y la del Betis también reaccionó cuando Chatún le filtró un pase a Chema y este la mandó fuera. Sin embargo, esta conexión sí iba a dar sus frutos en la segunda parte.

El cuadro de Garrido basaba sus opciones por arriba, a sabiendas del potencial de su juego aéreo, pero el guardameta del cuadro verdiblanco también plasmó su seguridad en cada centro. No había peligro posible hasta que se agitó la coctelera tras el descanso, con resultado fatal para los locales.

Porque el conjunto de Óscar González parecía regresar con ganas de más, o al menos el choque se abrió lo suficiente como para que las áreas se pisaran con más asiduidad, sobre todo la visitante. Juanillo estrenó los guantes de Pablo, que despejó su disparo con una gran estirada, y quizás en ese momento álgido fue cuando el Betis recibió el golpe. Además, de una forma tan sencilla como eficaz.

En uno de los innumerables balones largos al espacio, Chatún encaró a Andy, se marchó por fuera apurando línea de fondo y regaló el gol a Chema, que lo único que tuvo que hacer es empujarla. Habían pasado quince minutos del segundo acto y el tanto convirtió el choque en lo que no había sido hasta ahora: un partido de emoción.

El Betis entró en shock, David regaló el balón a Chatún, y él mismo le quitó el segundo, pero esa fragilidad defensiva no podía tener otro resultado que otro gol. En otro despiste atrás, Chema volvió a plantarse totalmente solo en el punto de penalti y con elegancia batió a David. No se cerró para nada el encuentro porque en la siguiente jugada, Beni recortó diferencias con un testarazo a centro de Jaime, con un Mojados demasiado abierto para tener que amarrar el resultado. Y tal era el momento de locura, que en el propio saque de centro posterior Chema disparó desde ahí y no marcó por centímetros.

Los pupilos de Garrido se encerraron, con muy pocas posibilidades de buscar la contra en los veinte minutos restantes. Ahí el Betis demostró su potencial, cercando el área rival pero sin recurrir a la única técnica de colgar balones, sino con elaboración desde abajo, y con mucha presencia de las bandas, sobre todo de la derecha, con un Chirry muy activo. Beni se topó con el poste, justo antes de entrar en una prolongación frenética, que si llega a durar un poco más probablemente hubiese supuesto el derrumbe del Mojados. Otra vez Beni lo intentó en falta directa, pero la ocasión más clara, y la última, apareció de las botas de Juan, que empalmó un rechace con puntería, pero recibió una mejor respuesta de Pablo. Su parada valió dos puntos.

Saltó la sorpresa en Los Pinos. El Universitario consiguió su primer punto de la temporada en casa del líder, y no fueron tres por el añadido. Suárez, casi sobre la bocina, salvó los muebles y la imagen de los hombres de Pablo Gil. De haber perdido habría supuesto un punto de inflexión. Tampoco merecieron mucho más porque, pese a mantener la posesión, apenas se acercaron a la portería rival. Es más, fueron los visitantes quienes pudieron adelantarse antes de lo que lo hicieron porque Jaime detuvo un penalti. Aun así, los anfitriones recibieron el primero tras un robo de Diego que aprovechó Pablo para marcar. En la prolongación llegó la igualada que deja al Villa de Simancas todavía líder, pero con solo dos puntos de ventaja sobre la Ponferradina B.

Se le escapó la oportunidad al Laguna de seguir metiendo presión al Villa de Simancas. No pudo con la Ponferradina B, el otro favorito para luchar con los simanquinos, que planteó un partido muy serio y se llevó el botín gracias a su eficacia arriba. Beye estableció el primero en el minuto 18 y los locales no fueron capaces de llevar el peligro al otro área. Mucho dominio, pero el partido se jugaba en el centro del campo, y ahí los foráneos se encontraron cómodos. Replegados atrás, no permitieron ni a Cifu ni a Colino, las máximas amenazas del Laguna, buscar el empate. Ya en el segundo tiempo, Seye, al contragolpe, sentenció la contienda.