El Tordesillas se queda con la miel en los labios en Almazán

El Tordesillas no salió bien al encuentro y rápidamente el Almazán se hizo con el control del partido. A los nueve minutos llegó la primera ocasión de la escuadra local. Un saque de banda fue directamente colgado al área y encontró el remate de Anto, que se perdió por encima del larguero. Un primer aviso que anticipó lo que estaba por venir. El gol de Plaza. Tras varios rechaces en el área, ningún jugador del Tordesillas pudo despejar con contundencia y el balón cayó en los pies del mencionado Plaza que, con un gran disparo desde la frontal del área, logró batir a Farolo.

Tras el gol, el conjunto dirigido por Miguel de la Fuente no cambió sus planes y siguió con la misma dinámica que al inicio. Dejó el dominio del balón al Almazán, fue prudente y esperó en su propio campo para salir rápido y crear su oportunidad. Hasta casi la media hora del primer tiempo no llegó la primera oportunidad clara. Ante la falta de juego de su equipo, Albitre quiso hacer el trabajo por su cuenta y realizó una fenomenal jugada desde el centro del campo regateando a tres jugadores hasta llegar al área rival, pero su remate final salió demasiado cruzado.

Al borde del descanso las cosas se pusieron mucho más difíciles para el Tordesillas con la expulsión de Farolo. El guardameta tuvo que salir fuera del área para frenar un ataque rival y realizó una dura entrada a Larry. El árbitro no lo dudó y le enseñó la tarjeta roja. Julio fue el sacrificado para que saliera al campo Álvaro de Pablo.

Siendo superados en el primer tiempo y con un jugador menos para afrontar el segundo, parecía casi misión imposible para el Torde sacar algo positivo de su visita a La Arboleda, pero Miguel de la Fuente movió el banquillo al descanso y su estrategia funcionó. Dio entrada a Unai y Obispo y, el primero de ellos, remató a la perfección un centro desde la izquierda para poner el empate en el marcador.

El empate sentó de lujo al Tordesillas, que ganó confianza sobre el terreno de juego y anuló por completo cada intento de ataque de un Almazán que no creaba peligro y no terminaba de encontrarse a gusto con uno más. En la parcela ofensiva al Torde sí que le costó más crear peligro, pero el premio del punto ya lo tenía en el bolsillo cuando peor se habían puesto las cosas.

Sin embargo, cuando el encuentro parecía ya abocado a terminar con empate, en un balón colgado al segundo palo apareció Checa para, de cabeza, anotar el segundo y dejar al Torde con la miel en los labios. La superioridad numérica terminó pesando, el Almazán apretó en los minutos finales y encontró un premio que en términos globales mereció.