Gráficos: Álex Sánchez
Fútbol

Kane, Haaland y Mbappé, en el nombre del gol

Los tres delanteros más en forma del mundo suman 67 dianas en este inicio de temporada

Jueves, 30 de octubre 2025, 13:45

Tres delanteros dominan la conversación futbolística en Europa: Harry Kane, Erling Haaland y Kylian Mbappé. Tres grandes futbolistas, tres rematadores, tres estilos, tres países distintos, tres ligas diferentes, pero un mismo idioma, el del gol. Solo ha transcurrido un cuarto de temporada y ya parece escrita con sus botas, con cifras goleadoras que rozan lo imposible y con historias que se entrelazan en una rivalidad silenciosa por el trono de la Bota de Oro. Entre los tres llevan 67 goles cuando apenas se han disputado un puñado de partidos entre competiciones nacionales, europeas y de selecciones. Una cifra que deja claro que estamos ante tres bestias del gol.

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Kane, la elegancia del verdugo inglés

El viaje de Harry Kane al Bayern de Múnich fue más que un fichaje, fue una liberación para el delantero inglés. Tras años de fidelidad al Tottenham, cargando con la etiqueta del eterno goleador sin títulos, el británico decidió cambiar de aires en busca de lo que Londres le negaba, la posibilidad de ganar títulos. En sus dos primeras temporadas como '9' del conjunto bávaro cumplió con todas sus metas: trofeos y 99 goles en 118 partidos (51 en su primera campaña y 48 en la segunda). Este año su comienzo no ha podido ser más contundente. En apenas 17 partidos, Kane suma 25 goles: doce en Bundesliga, cinco en Champions, cuatro en la Copa alemana, uno en la Supercopa y tres con la selección de Inglaterra. Una producción descomunal, 1,47 goles por partido, que demuestra que no necesitaba adaptación, sino escenario.

Kane suma 99 goles en 118 partidos con el Bayern de Múnich, pero esta temporada, en apenas 17 encuentros, ha logrado 25 tantos

Kane encajó en el Bayern como si llevara años allí y su peso en el equipo ha ido creciendo con el paso de los partidos y los goles. Es cerebro y verdugo, pausa y precisión. Capaz de bajar al mediocampo para asociarse, y de definir con la serenidad de quien ve el fútbol en cámara lenta. En un equipo acostumbrado a los cañonazos de Lewandowski, el inglés ofrece un matiz distinto: menos estruendo, más control. Su presencia ha devuelto al club bávaro una sensación de autoridad estética. Kane representa la elegancia y la mente fría del goleador clásico, aunque no solo marca. Y en el proceso confirma lo que muchos intuían, que su talento siempre fue de élite mundial, solo que ahora lo demuestra en el escenario donde se miden los campeones en la lucha por los títulos nacionales y continentales.

Haaland, el martillo vikingo

Erling Haaland encarna la versión moderna del instinto goleador. Un depredador del área cuyos números explican la voracidad del noruego: 23 goles en 14 partidos, distribuidos entre once en Premier League, cuatro en Champions y ocho con la selección noruega. Unos guarismos que le permiten anotar 1,6 goles de media por partido. Es el máximo goleador del Manchester City de Pep Guardiola, de ese laboratorio futbolístico donde cada pase se mide con compás, pero que siempre suele terminar con un remate del noruego entre los tres palos para romper esa geometría del técnico catalán, cuyo fútbol parece haberse diseñado para que Haaland defina cada jugada.

Haaland suma 23 goles en 14 partidos, once en Premier League, cuatro en Champions y ocho con la selección noruega

Porque el City ya no juega para Haaland, sino con Haaland. Y esa diferencia lo explica todo. El noruego ya no es el invitado de lujo, sino el eje alrededor del cual gira el conjunto 'citizen'. Haaland ha afinado incluso su juego sin balón y ahora se esconde, arrastra, crea espacios para convertir cada ataque en amenaza y, casi siempre, en gol. La pasada campaña anotó 46 en 59 partidos, pero en la presente va camino de romper todos los registros personales. Si en el City es importante, en la selección es insustituible. El noruego suma la friolera de 51 goles en 46 partidos con la camiseta de su país.

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Mbappé, el arte del desequilibrio

Y luego está Kylian Mbappé, el futbolista que juega con el cronómetro y con la historia. Su llegada al Real Madrid la pasada campaña, tras años de rumores, fue el desenlace lógico de una saga que parecía escrita en el destino. Y en apenas unos meses, el francés ya se ha convertido en el rostro del nuevo Bernabéu y en el futbolista referencia primero con Carlo Ancelotti en el banquillo, con quien ganó la Bota de oro con 44 goles de blanco, y ahora con Xabi Alonso. Esta campaña suma 19 goles en 16 partidos -once en Liga, cinco en Champions y tres con Francia- que confirman su aterrizaje triunfal. Pero más allá de los números, Mbappé juega con algo que ni Kane ni Haaland poseen, una ligereza casi artística. Su fútbol es intuición pura. Cambia el ritmo, finta, acelera, frena, y de pronto está solo frente al portero. No hay cálculo, hay instinto y gol.

La pasada campaña Mbappé ganó la Bota de oro con 44 goles y esta temporada lleva 19 tantos en 16 partidos

A diferencia del último 'killer' del que presumió el Real Madrid, Mbappé no vive obsesionado con los récords, aunque los rompa. Su ambición es emocional con el objetivo de ser el futbolista que defina una era. En un equipo donde Vinicius y Bellingham comparten protagonismo, su presencia convierte cada partido en un acontecimiento. Cuando acelera, el estadio se levanta: es el gol convertido en arte. La pasada campaña, a pesar de sus grandes números -46 goles en 65 partidos- el delantero francés sabe que sus dianas tienen que tener como único objetivo levantar trofeos. De momento, no ha podido hacerlo vestido de blanco, salvo la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental, pero eso no le frena en su hambre goleadora y en su instinto animal que atemoriza a los porteros rivales.

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Kane, Haaland y Mbappé no compiten solo por la Bota de Oro, sino que representan tres formas del delantero moderno. Kane encarna la inteligencia y la precisión británica; Haaland es la potencia nórdica y la matemática del gol; Mbappé, la inspiración francesa, el talento que no se puede medir. Entre los tres definen un nuevo paradigma: el goleador total. Uno que ya no se limita a rematar, sino que influye, lidera y define el tempo emocional de su equipo.

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